VALOR Y PRECIO: O CÓMO SABER SI ESTÁ A PUNTO DE ESTALLAR LA BURBUJA
27 de septiembre del 2017 | por Luisa Alemany
Como profesora de finanzas, uno de los temas que más explico en mis clases es el de la valoración de empresas, y siempre comienzo la discusión hablando de las diferencias entre valor y precio. Además, suelo advertir de que, a pesar de que veremos que valor y precio son diferentes conceptos, durante la sesión en más de una ocasión diré “precio” cuando en realidad me estoy refiriendo a “valor”.
Es interesante revisar los conceptos de valor y precio para poder después analizar los efectos que podemos observar en la economía, tanto familiar como de los países, o incluso a nivel global, cuando el valor y el precio de un determinado activo se separan mucho. En algunos casos muchísimo. Empecemos por el “valor”. ¿Qué es el valor? O mejor dicho ¿cuál es el valor de una empresa? Pues bien, “valores” hay muchos. Primero, depende de para quién: vendedor y comprador no ven el mismo valor en la empresa. Aquí es cuando mis alumnos mueven su cabeza indicando su acuerdo y yo aprovecho para preguntar: “¿quién ve más valor: el comprador o el vendedor?” Y casi sin darme tiempo a terminar, unos cuantos ya han contestado “el vendedor, está clarísimo”. Y usted, lector, ¿está de acuerdo? Yo les hago dudar y les vuelvo a preguntar “¿Estáis seguros? ¿El vendedor?”. Y es entonces cuando alguien en el fondo añade “el vendedor quiere un precio más alto, pero el comprador ve un valor superior, por eso quiere comprar”. Respuesta correcta.
Un vendedor vende porque ve más valor en el dinero que va a recibir y el uso posterior que puede hacer de ello que seguir manteniendo la empresa. Claro que esto sucede en situaciones normales, ya que en algunas circunstancias, alguien se puede ver obligado a vender porque necesita liquidez por otro motivo. Y el comprador ve más valor en la empresa que se vende y por eso la compra. Tal vez puede integrarla en otro negocio, o sabe cómo mejorarla o tiene sinergias. “Ah, claro, sí, sí, lo entiendo, yo me refería al precio, el vendedor quiere un precio más alto”, añade uno de los alumnos que primero había contestado. Ya vamos viendo que valor y precio no son lo mismo.
Como decía, el valor depende de para quién. No solo comprador vs vendedor. Si no también el tipo de comprador. Hay compradores que son puramente financieros, como fondos de inversión o inversores de “private equity”. Su objetivo es comprar para vender obteniendo una buena plusvalía. Hay otros tipos de compradores que son estratégicos, normalmente empresas del sector, que buscan consolidarse, crecer, aumentar cuota de mercado o diversificarse. En general el comprador estratégico ve un valor superior ya que obtendrá sinergias por ahorro de costes, compartiendo gastos de branding o aprovechando almacenes y redes de distribución. Otra cosa es que, cuando hay mucha liquidez en el mercado, el comprador financiero acabe pagando más. Pero esto de nuevo es precio.
Por último, la metodología de valoración y el momento en el que se hace la valoración, también influyen en el número que se obtiene. Hay métodos que consideran solo el presente de la empresa y sus activos. Otros miran al futuro y tienen en cuenta sus planes de crecimiento. Y dentro de estos últimos métodos, no se valora igual el futuro y los planes de crecimiento cuando la economía está en plena expansión que cuando estamos inmersos en una fuerte crisis. En fin, espero haberles convencido de que el valor no es único.
Sin embargo, el precio sí es único. El precio es donde la oferta y la demanda se encuentran. O, en otras palabras, es el punto donde vendedor y comprador llegan a un acuerdo. Por ejemplo, nosotros podemos decir “el precio de mi apartamento es de $300,000”. Pues no, el precio de tu apartamento lo sabrás cuando lo vendas y alguien te pague los $300,000. Uno puede pedir lo que quiera por su empresa, por unas acciones o por un bolso vintage. Pero el precio solo lo sabrá cuando consiga venderlo.
En general, y según las teorías básicas de las finanzas corporativas, valor y precio deberían estar cerca. Si tenemos en cuenta que hay diferentes valores, digamos que el precio debería encontrarse dentro del rango de valores obtenido. Siempre hay excepciones, claro está. Por ejemplo, cuando alguien está desesperado por vender y solo hay un comprador interesado, ya se imaginan lo que le pasa al precio. ¿Y qué sucede en el caso contrario, cuando hay muchos compradores interesados por el activo en venta? Bien, ya lo habrán adivinado.
Sin embargo, cuando valor y precio se encuentran muy alejados de forma sistemática en algún activo es que hay algo que no está funcionando bien. La situación más preocupante se da cuando el inversor está dispuesto a pagar un precio muy superior al valor del activo subyacente. Por ejemplo, cuando alguien compra un piso por $500,000 que en realidad vale $200,000. Si es una situación aislada no es relevante. Pero cuando muchos compradores actúan de la misma manera, sabiendo que están pagando muy por encima del valor, con la esperanza que alguien venga unos meses después y pague un precio todavía más alto. Es decir, donde el juego es simplemente encontrar a alguien más necio, entonces hay que estar atento. Las burbujas financieras existen desde hace muchos siglos. Una de las primeras se dio en Holanda en el siglo XVII cuando los bulbos de tulipán llegaban a pagarse al equivalente de grandes extensiones de terreno, varios caballos y otros activos de la época. Hasta que alguien comenzó a preguntar si realmente una flor podía valer tanto.
Hoy en día no son flores, pero tal vez recuerda situaciones parecidas en el sector inmobiliario, en la valoración de las empresas de internet en el año 2000 o incluso, más cercano, las “crypto-monedas”, los “bitcoins” o los “ICOs” (Initial Coin Offering), que aparentemente son salidas a bolsa donde se recauda dinero virtual. ¿Cuál es el valor de un dinero que no existe? Ni idea, pero parece que el precio que se paga por él es muy elevado. Si le ofrecen hacer una buenísima inversión en monedas virtuales en las que en semanas, incluso en días se multiplica su precio por dos o mucho más, recuerde mi explicación sobre valor y precio, y después decida.
Acerca del autor:
Luisa Alemany es Profesora titular del departamento de Economía y Finanzas de ESADE Business School en Barcelona, en el Multinational MBA y el Executive Master in Finance, en partnership con Adolfo Ibáñez School of Mangement.
Luisa tiene un MBA por la Universidad de Stanford y un PhD en Finanzas Corporativas por la Universidad Complutense de Madrid. Sus líneas de investigación son en el área de la financiación de nuevos proyectos, como business angels, venture capital e inversión de impacto. Ha publicado en prestigiosas revistas académicas, y su tercer libro, “Entrepreneurial Finance: The Art and Science of Growing New Ventures” (Cambridge University Press), verá la luz a principios del 2018. Su experiencia profesional incluye empresas como Procter & Gamble, McKinsey&Co, o The Carlyle Group. Además, es directora independiente en diferentes comités de inversiones.
Liga de interés:
http://www.esade.edu/Executive-education. MMBA Miami