THE ECONOMIST E IBM PUBLICAN SEPTIMA EDICIÓN DEL RANKING ANUAL DE E-READINESS

26 de mayo del 2006 | por José María Serralde Díaz

En el puesto 31, Chile es el país latinoamericano mejor posicionado en el ranking de 2006, seguido por México (39), Brasil (41) y Argentina (42)

El mundo en 2006 tiene cada vez mayor aptitud digital: hay más de mil millones de usuarios de Internet y dos mil millones de usuarios de teléfonos móviles en todo el mundo, y la mayoría de los países siguen su progreso continuo en diversos indicadores cualitativos del desarrollo relacionado con la tecnología. Casi todos los países incluidos en el Ranking e-Readiness 2006 han mejorado sus puntajes con respecto al año anterior. Más aún, tanto en términos relativos como absolutos, la mejora es mayor en las capas más bajas de la lista que en las capas superiores. Como resultado, la distancia que separa a los mejores del resto ha disminuido. “La brecha digital ha dejado de verse como el gran abismo que muchos temían,” comenta Daniel Franklin, Director Editorial de The Economist Intelligence Unit (EIU).

Hay otra brecha que también está reduciéndose, en este caso, entre los países de los niveles superiores en términos de desarrollo de banda ancha. Los líderes del norte de Asia habían sacado ventaja a otros países de la OCDE con una rápida aceleración de la adopción de banda ancha. Durante los dos últimos años, no obstante, los índices de crecimiento de ancho de banda en países como Corea del Sur y Japón se han estabilizado, mientras que otros líderes en e-readiness, tales como Noruega y Suiza, han recuperado terreno. La conectividad de banda ancha está convirtiéndose en un diferenciador menos importante entre los líderes de e-readiness, en tanto que otros criterios (como la innovación, la seguridad de la información y el compromiso del gobierno con el desarrollo digital) han surgido como diferenciadores más importantes.

Desde el año 2000, la Unidad de Inteligencia de The Economist publica un ranking anual de e-readiness que contempla las economías más grandes del mundo. La e-readiness o “aptitud digital” de un país es una medición del ambiente de e-business, compuesto por un conjunto de factores que indican cuán favorable es un mercado las oportunidades basadas en las nuevas tecnologías. Tal como sugieren los resultados de este año, las reglas del juego están empezando a cambiar en términos de e-readiness. “El avance económico depende cada vez más de las innovaciones en el uso de tecnología – señala George Pohle, Líder Global del IBM Institute for Business Value. –En economías que alcanzan una adopción generalizada de la Internet y las tecnologías de comunicaciones, la competitividad futura está impulsada por la creación de nuevos servicios que explotan la infraestructura.”

En Latinoamérica, la utilización de Internet por parte de consumidores y empresas, incluyendo las compras on line, sigue siendo mucho menor. Un factor clave ha sido el lento crecimiento en el acceso: la penetración de usuarios de Internet está por debajo del 15% en la región, según Pyramid Research, en comparación con el 65% en Norteamérica. Chile (31º) es la excepción, donde la banda ancha y la penetración de los teléfonos móviles (5% y 75% respectivamente) aventajan por lejos al resto de la región. (Chile también debe su liderazgo en e-readiness a un ambiente de negocios relativamente estable). En otras partes, la adopción de banda ancha experimentó tan sólo un leve incremento en 2005, y hay pocos esfuerzos públicos y privados en marcha por hacer que el acceso de Internet sea más accesible. Los gobiernos de Latinoamérica están adoptando un enfoque más proactivo en la promoción de la importancia de la tecnología de la información y la inversión en programas de infraestructura, por buenos motivos. A diferencia de otras mejores prácticas a nivel mundial, no obstante, no poseen ni el tamaño ni la escala de esfuerzo que se observan en Asia, ni el nivel de coordinación y cooperación transnacional que se ven a lo largo de Europa.

Entre otras conclusiones importantes de los rankings de este año:

La fuente abierta ayuda a Latinoamérica a acortar la brecha digital. El software de fuente abierta está ganando un enorme apoyo por parte de los países en desarrollo, y los gobiernos de Latinoamérica proporcionan muchos ejemplos de ello. El Gobierno de Brasil (en el puesto número 41) anunció sus planes de promover el software de fuente abierta para su uso en el sector público, las instituciones educativas y los hogares de todo el país. Sostiene que los ahorros podrían sumar hasta U$S 120 millones por año si se realiza la migración de Windows a software de fuente abierta. Similares iniciativas se observaron en Perú (en el puesto 49), que el año pasado introdujo un proyecto de ley que ordena a los organismos de gobierno a usar software de fuente abierta, y en Venezuela (48º), donde toda la administración pública deberá migrar a software de fuente abierta hacia fines de 2006.
La fuente abierta es vista como una situación “win-win” en la que todos se benefician en la región, puesto que proporcionaría soporte para la industria local del software, reduciría los costos de tecnología informática y facilitaría una mayor adopción. Brasil está proponiendo organizar un grupo internacional llamado “Organización Global para el Software Libre” con el fin de alentar a los países en desarrollo a usar este software. Y algunos sectores del ámbito privado están siguiendo los pasos del gobierno brasileño. Algunas de las firmas más grandes del país, entre otras, Casas Bahia y Tele Norte Leste, están utilizando Linux en sus cajas registradoras y centros de atención telefónica. Banco do Brasil, el banco más grande de Latinoamérica, espera migrar todas sus computadoras de escritorio (200.000 en total) al software de fuente abierta en un plazo de cinco años.

Europa se mantiene en la posición dominante. La mayoría de los paises principales del ranking ha escalado posiciones al unísono, con poco movimiento de 2005 a 2006 en las filas más amplias. Los países de Europa Occidental toman seis de los primeros diez puestos en la lista de este año, de los cuales tres son para países nórdicos. Dinamarca (en primer lugar), Suecia (4º) y Finlandia (7º) se mantienen en lo más alto de su clase en áreas claves de conectividad, tales como la penetración de los teléfonos móviles y el uso de Internet. Entre los que más ganaron en 2006 están Australia (8º), Canadá (9º) (que por primera vez irrumpe entre los primeros diez a nivel mundial) Lituania (38º) y, cerca del final de la lista, Argelia (63º).

Múltiples caminos hacia e-readiness. Las inversiones sustanciales en redes son indispensables. Pero incluso los países con grandes déficits de infraestructura y debilidades en el ambiente de negocios –tales como Bulgaria (44º), India (53º) y Vietnam (66º)—están mejorando su aptitud digital de otras maneras, por ejemplo, a través del desarrollo de capacidades de outsourcing de tecnología. Del mismo modo, en estos y otros países del mundo en desarrollo, la utilización cada vez mayor del software de fuente abierta está expandiendo el acceso de las empresas y del sector público a la tecnología informática.

La innovación es implacable. Las empresas de muchos países están experimentando con nuevos modelos y procesos de negocios nunca antes probados, tal como lo demuestra la amenaza que los nuevos proveedores de voz sobre IP siguen representando para las compañías de telecomunicaciones. Las compañías de telecomunicaciones, a su vez, también están planteando un desafío a las empresas de cable y televisión con el lanzamiento de televisión IP (IPTV). La innovación sigue también en el sector público: los ejemplos más notables se encuentran en Europa, donde las iniciativas públicas y privadas están haciendo los servicios de e-government (administración pública digital) más accesibles.




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