MEJOR SEXUALIDAD, MEJOR VIDA: CÓMO HACER VALER NUESTROS DERECHOS

29 de enero del 2024 | por Top Management

Hace tiempo atrás quedaron los días en los que la sexualidad era un tabú, que el sexo era solo algo de la intimidad y que la salud sexual era tratada con extremo recato. Hoy en día, estos temas han dejado de ser algo solo de la alcoba o el doctor.

El cambio de paradigma sexual hacia un enfoque más positivo ha traído consigo los debates acerca del impacto de una correcta salud sexual, tanto física como mental, en nuestras vidas.

Por ello, en este artículo nos enfocamos en cómo el respeto a nuestros derechos sobre sexualidad y cómo vivir una sexualidad positiva pueden mejorar tu vida en muchos aspectos.

¿Qué es la sexualidad positiva?

Los sexólogos y médicos especialistas en el área definen a la sexualidad positiva como toda actividad, conducta o habito que es placentero y satisfactorio. Esto es desde vivir una nueva experiencia sexual y conocer nuevas personas en sitios como JOYclub, hasta tener una buena autopercepción de nuestro cuerpo.

Con placer, los sexólogos no se refieren únicamente al orgasmo, sino a todo aquello que nos produzca una experiencia satisfactoria y de gozo.

Una sexualidad positiva implica tener pleno control sobre nuestro placer y estar informado sobre ello. De hecho, conocer más sobre nuestra salud sexual es solo uno de los derechos que todos los ciudadanos tenemos garantizados.

¡Haz valer tus derechos sexuales!

Aunque aún no se han establecido y definido cuáles son todos los derechos sexuales, varios de ellos son irrefutables para que las personas puedan vivir una vida sexual plena y positiva.

El Estado mexicano, en este aspecto, considera que todos los ciudadanos tienen 14 derechos sexuales, los cuales son:

Decisión sobre el cuerpo y sexualidad 

Toda persona tiene el derecho a decidir de manera informada, autónoma y libre sobre su imagen corporal y sexualidad.

Derecho a ejercer y disfrutar la sexualidad

El Estado garantiza el derecho a cualquier expresión sexual o de género que la persona elija, siempre y cuando no vulnere los derechos de terceros.

Manifestaciones de afecto públicamente

Toda persona tiene el derecho de expresar su orientación e identidad sexual sin prejuicios ni discriminación. Cualquier expresión pública de afecto debe ser respetada, siempre que sea desde el respeto.

Decisión sobre con quién o quiénes relacionarse

El Estado garantiza la lucha contra cualquier tipo de explotación sexual, trata de personas y matrimonios forzados, así como la libertad de relacionarse y compartir nuestra vida afectiva, amorosa o sexual con cualquier persona.

Respeto a la privacidad e intimidad

Toda persona tiene el derecho a la privacidad e intimidad sexual, sin importar su raza, género, identidad sexual y edad. Ningún ciudadano o entidad puede violar la privacidad, sexual o de cualquier índole, de una persona.

Vida libre de violencia

El derecho a la vida es inquebrantable, así como el derecho a vivir sin temor al sometimiento, a la tortura o tratos inhumanos. Ninguna persona o entidad tiene la potestad de violentar de manera sexual, física, psicología o económica a otra. Es obligación del Estado proveer de los recursos necesarios para la debida defensa legal ante cualquier acto de este tipo.

Plena decisión sobre la salud reproductiva

El derecho a elegir o no nuestra paternidad es autónomo, y no podrá ser condicionado de ninguna manera por nuestra orientación sexual, salud, raza, identidad de género, edad, estado civil u otra condición que pueda ser considerada como discriminatoria.

Por lo tanto, toda persona tiene el derecho a utilizar métodos anticonceptivos y a recibir atención adecuada para un embarazo saludable.

Igualdad

Ante la Ley, todos somos iguales, por lo que se garantiza el pleno ejercicio de nuestros derechos, sexuales o no.

Derecho a vivir libre de discriminación

Todo tipo de discriminación, sea de raza, nacionalidad, identidad sexual, género, condición socioeconómica, corporal, idiomática, estado de salud o jurídica, está prohibida en todo el territorio mexicano.

Acceso a información laica y científica sobre sexualidad

Para hacer valer nuestros derechos, se garantiza el libre acceso a información sobre salud sexual a cualquier persona, sin excepción alguna. Además, esta información debe ser laica y basada en conocimiento científico.

Educación integral sobre sexualidad

La educación sexual integral, tanto biológica como psicológica, es un derecho inalienable, así como el acceso a la misma.

Acceso a servicios de salud sexual y reproductiva

Toda persona, si así lo desea, tiene derecho a acceder a servicios de salud sexual y reproductivos. Por lo tanto, los adolescentes tiene la posibilidad de acceder a estos servicios sin estar en la presencia de sus padres o tutores legales.

Derecho a la identidad sexual

Toda persona tiene el derecho a decidir plenamente sobre su identidad y conducta sexual de forma jurídica.

Participación en políticas públicas sobre sexualidad

No se le negará el acceso a ninguna persona a los servicios establecidos por el Estado, así como a los espacios creados para la orientación sexual.

Vive tu sexualidad plenamente

De acuerdo con la Dra. Sonia Acedo, cada uno de los derechos sexuales, forman parte de vivir una vida sexual plena. Conocer nuestros derechos y las formas en las que podemos expresar nuestra sexualidad es vital para vivir una sexualidad positiva.

Pero también lo es nuestra capacidad de identificar esos pequeños aspectos que pueden mejorar nuestra salud sexual, ya sea de forma guiada gracias a un profesional o por nuestra cuenta.

La mayoría de las personas que acuden con especialistas lo hacen para tratar enfermedades, ya sea sexuales, urinarias o ginecológicas. Sin embargo, aún existe un tabú acerca de asistir a una consulta de sexología, a pesar de estar garantizado por la ley.

Los problemas sexuales son tratados, aún al día de hoy, de forma discreta y con cierta pena. Por ello, el movimiento de sexualidad positiva busca sustituir esto por la libertad de vivir una vida sexual libre de prejuicios, llena de placer, autoconocimiento corporal y celebración.

Conclusión: ¿cómo ser sex positive?

Implica, entre otras cosas, hacer valer nuestros derechos de salud sexual plenamente, vivir sin prejuicios y sin conceptos erróneos estereotipados acerca de lo que es la sexualidad. También es fomentar la empatía hacia las distintas orientaciones de género y sexuales, así como promover la comunicación sobre estos temas.

Ser sex positive o vivir una vida sexual positiva no implica libertinaje, sino respetar los derechos sexuales de los demás y hacer valer los nuestros. Así, podrás alcanzar todo tu potencial y elevar tu salud sexual, calidad de vida y bienestar personal.

 

Imagen de senivpetro en Freepik

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