LOS BENEFICIOS DE LA INTEGRACIÓN

5 de julio del 2008 | por Paulo Lima*

Intente imaginar el tiempo y el dinero que gastan las grandes empresas en hardware, software, desarrollo y servicios de consultoría en busca de soluciones para problemas precisos o aislados. Desde luego que este número no será pequeño. Tanto en las compañías medianas como en las grandes, es muy común encontrar cientos o hasta miles de aplicaciones diferentes, y casi siempre cada una de ellas se ha creado (o adquirido), se ha puesto en operación y se ha mantenido fuera de un presupuesto predeterminado. Lo que se traduce en un gasto más de TI…

En muchos casos, esas aplicaciones terminan por convertirse en algo vital para la operación de un departamento o de la misma compañía. El problema es que como la aplicación se pensó para un objetivo específico, ésta no encaja dentro de una arquitectura corporativa de TI que es mas amplia. Y es por esta limitación de comunicación e interoperabilidad que la compañía no logra hacer que sus aplicaciones actuales aporten nuevos valores al negocio, ya sea por medio de la búsqueda de nuevas oportunidades de ingresos, procesos ineficientes o reducción de costos.

La integración es crucial para cualquier Director Ejecutivo de Sistemas porque aporta más racionalidad para el área de TI, lo que hace que el esfuerzo se note en toda la compañía. La integración posibilita las interfaces, lo que hace que no tan sólo exista la interoperabilidad entre las aplicaciones, sino que sobre todo permite que se instrumenten por medio de una nueva lógica de negocios y de nuevas reglas de procesos.

Sin embargo, con el fin de tener éxito, el proyecto de integración necesita contar con objetivos corporativos y requisitos técnicos bien definidos. Como se sabe, la integración o cualquier otro proyecto de TI no es un fin por sí solo, y apenas se justifica si fuese para aumentar la competitividad, la productividad, la eficiencia o la utilidad de la empresa. Un proyecto de integración se debe analizar teniendo siempre en mente los beneficios que se pueden aportar a partir de dos perspectivas básicas: reducción de costos y mejora de eficiencia.

En el ámbito de la reducción de costos, un proyecto de integración de aplicaciones puede transformar la atención convencional al usuario en un autoservicio. De esta manera, los clientes, los socios y los proveedores pueden tener acceso directo e inmediato a la información que necesitan por medio de una interfaz sencilla que se basa en pantallas de la red.

Es obvio que el departamento de TI sabe que ese gran volumen de información se difunde por medio de diferentes plataformas, servidores, bases de datos y aplicaciones. Si la empresa no logra recopilar todos esos datos en tiempo real, poniéndolos con prontitud a disposición del usuario, entonces el proyecto de integración no es eficiente y los resultados para que se disminuyan los costos no se alcanzarán.

Además, en el campo de la reducción de gastos, la integración de aplicaciones hace que la organización elimine costos con el almacenamiento y la administración de datos redundantes. Resulta costoso e ineficiente almacenar los mismos datos en varias bases de datos. A pesar de esto, dicha práctica es más común de lo que se puede imaginar. Asimismo, un proyecto de integración automatiza la generación de reportes y disminuye los gastos de la alimentación manual de datos, ya que se necesita un número menor de colaboradores para la función.

Por último, en lo que se refiere a la mejora de eficiencia, la integración controla y simplifica los procesos del negocio por medio de la creación de un flujo de trabajo, incorporando programas y reglas de seguridad actualizados. El resultado final es una ganancia significativa de productividad y agilidad para toda la corporación, lo que la prepara para nuevas oportunidades y desafíos.

Acerca del Autor:
* Paulo Lima es Gerente de Consultoría del Canal de Integración de Attachmate Brasil.

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