LOS BANCOS COMBATEN EL LAVADO DE DINERO EN MEDIO DE UN INCREMENTO EN LA COMPLEJIDAD DEL MERCADO

16 de septiembre del 2007 | por Rodolfo Serralde Solórzano

· El gasto se incrementó casi 60% con respecto a los tres años previos.
· 97% de los bancos dice que dependen de la vigilancia de su personal para monitorear e identificar actividades.sospechosas

Debido a que cada vez más los bancos de todo el mundo se han involucrado en la lucha contra el crimen, el costo del combate a las actividades de lavado de dinero se ha incrementado drásticamente. Sin embargo, la tarea es cada vez más difícil por la creciente complejidad de los mercados financieros en los que operan, incluyendo una mayor exposición a mercados emergentes que en ocasiones son desconocidos, y el impresionante crecimiento de activos alternativos, según un estudio internacional realizado por KPMG, firma de auditoría, impuestos y asesoría.

El estudio de KPMG abarcó 224 bancos de 55 países y reveló que el gasto de los bancos en sistemas y procesos de Anti Lavado de Dinero (ALD) se ha elevado un 58% en promedio en los últimos tres años. En América del Norte, Oriente Medio y África, el gasto se ha incrementado 70% o más. Estos incrementos exceden por mucho las predicciones de los propios bancos cuando KPMG realizó su último estudio en 2004, donde los encuestados, en promedio, pronosticaron un incremento del 43%. La mayor erogación continuó reflejándose en los rubros de monitoreo de transacciones y costos de capacitación del personal.

Sin embargo, así como hace tres años los bancos subestimaron su nivel de gasto en el futuro, hoy en día aún parecen seguir siendo optimistas: en promedio, vaticinan un incremento de solamente 34% de su gasto en los próximos 3 años, es decir, hasta el 2010.

La alta dirección está cada vez más involucrada en ALD, pues los bancos respondieron que sus directivos de más alto nivel tienen una participación activa en ello, incrementándose del 61% en el 2004 al 71% este año. La mayoría de los bancos encuestados (85%) cuenta con una política ALD global, que va del 100% en América del Norte, al 58% en Oriente Medio y África.

No obstante, existe una grave preocupación entre los bancos en el sentido de que la normatividad gubernamental e internacional se debe enfocar u orientar más eficazmente. La mitad de los encuestados comentó que si bien la carga normativa es aceptable, los requerimientos se deben orientar mejor, mientras que casi uno de cada diez bancos (8%) opina que se debería incrementar la normatividad con miras a combatir el lavado de dinero de modo más eficaz.

Además, existe evidencia de la necesidad de reforzar los sistemas de monitoreo de transacciones. A pesar de que está disponible tecnología sofisticada de monitoreo, 97% de los bancos dice que dependen de la vigilancia de su personal para monitorear e identificar actividades sospechosas, y un tercio de los bancos (34%) asevera no estar satisfecho con sus sistemas de monitoreo de transacciones. Menos de uno de cada cinco (18%) se catalogan como ‘muy satisfechos’.

Shelley Hayes, quien dirige la práctica de Anti Lavado de Dinero de KPMG en México, comentó: “Evidentemente los bancos continúan incrementando sus esfuerzos para enfrentar el reto del lavado de dinero más efectivamente. Estos esfuerzos son cuantiosos; no obstante, muchos bancos pasan apuros para diseñar e implementar una estrategia efectiva contra el lavado de dinero. Una cantidad considerable de encuestados comentó que el entorno regulador no les está ayudando como debería, lo cual es evidentemente motivo de preocupación, debido a que una coordinación efectiva entre las partes es una de las claves para inhabilitar a los lavadores de dinero”.

“Con los bancos internacionales que refuerzan su presencia en las economías de los mercados emergentes, y con un entorno de bajas tasas de interés que impulsan el crecimiento en activos alternativos que incluyen fondos de cobertura, capital privado e inversiones en bienes tangibles, ha crecido la necesidad de contar con procesos más rigurosos contra el lavado de dinero. Los bancos deberán trabajar duramente a partir de ahora si quieren conservar alguna ventaja en su batalla en contra del lavado de dinero y financiamiento de terroristas”.

Reportar, identificar

Con mayor gasto y capacitación, el número de Reportes de Actividad Sospechosa (RAS) de los bancos se ha incrementado en más del 70%, y 42% de los bancos dice que el número de RAS ha aumentado “sustancialmente”.

Asimismo, los bancos se están esforzando más para identificar a Personas Políticamente Expuestas (PPE) que pudieran ser los conductos para el dinero lavado. Más de siete de cada diez bancos dijo haber realizado trabajos intensos de “due diligence” en PPE, a comparación del 45% de hace tres años. Existen importantes variaciones en este sentido; solamente 42% de los bancos de la región Asia-Pacífico y únicamente 65% de los bancos europeos monitorean a las PPEs. Dentro de Europa, estos porcentajes varían enormemente, desde 86% en el Reino Unido a apenas 29% en España y 13% en Italia. La faena que enfrentan los bancos se dificulta por la falta de una definición común de lo que es una PPE y el hecho de que en algunos mercados los negocios y la política se encuentran estrechamente ligados.

Reto transfronterizo

A pesar de todos estos esfuerzos, resulta claro que persisten los retos importantes. Menos de una cuarta parte de los bancos encuestados con presencia internacional son capaces de monitorear las transacciones y estados de cuenta de un solo cliente en múltiples países. No existió evidencia en el sentido de que los bancos más grandes son más capaces en este sentido que los bancos más pequeños, lo cual puede reflejar que las leyes sobre el secreto bancario y protección de datos en algunos países no permiten el intercambio de información entre bancos de un grupo.

En este aspecto, los bancos norteamericanos se encuentran por delante de su grupo de iguales; no obstante, el 42% de los bancos es capaz de realizar monitoreos entre países. A escala mundial, 41% de los bancos admitió no ser capaz de dar seguimiento de un país a otro y 26% podía hacerlo de manera parcial.

Ampliación de la Unión Europea

En su informe, KPMG también resaltó los riesgos ALD adicionales que se crearon por la ampliación de la Unión Europea (UE). Históricamente, algunos de los diez estados miembros que recién ingresaron no han contado con procesos ALD estrictos y es probable que a estos países aún les tome algo de tiempo para que sus procesos lleguen a los estándares que requiere la Tercer Directiva de la UE contra el lavado de dinero. Algunos bancos pueden resultar particularmente vulnerables a los riesgos si sus procedimientos internos se basan en el supuesto de que todos los bancos de la UE tienen un bajo riesgo y, en consecuencia, aplican menos escrutinio a estas relaciones.

Judith Galván, Directora de la práctica de Anti Lavado de Dinero de KPMG en México, concluyó: “No existe duda que reglas de juego más parejas a escala mundial ayudarían a que los bancos coordinen sus procesos contra el lavado de dinero de manera más efectiva. El deseo y el compromiso existen, mientras los bancos reconocen que el lavado de dinero es un problema que tiene implicaciones adversas importantes para los mismos si las cosas van mal. No obstante, un entorno normativo mixto y los problemas de los propios bancos en cuestión de legado de su información CSC (conozca a su cliente), sistemas de TI y cultura, está dificultando la tarea a muchos. Conforme continúa la expansión a mercados emergentes y alternativos a buen ritmo, lo más probable es que estos retos crezcan”.




Comments are closed.