LAS ORGANIZACIONES A NIVEL MUNDIAL SE ENFOCAN EN LA PLANEACIÓN PARA UNA POSIBLE CONTINGENCIA MIENTRAS LA INFLUENZA A (H1N1) CONTINÚA PROPAGÁNDOSE, SEGÚN LA ÚLTIMA ENCUESTA DE MERCER

21 de diciembre del 2009 | por Martha Olavarrieta

La reciente emergencia debido a la influenza A (H1N1) ha planteado un reto a los empleadores a nivel mundial, pues la amenaza no se ha presentado en pocas geografías. Preocupados de que el virus se torne más grave y generalizado, las organizaciones están tomando medidas para minimizar el riesgo.

De acuerdo con la nueva encuesta de Mercer, los empleadores a nivel mundial están preocupados principalmente por la higiene y la prevención, por informar, aconsejar, educar y comunicar sobre salud y revertir la falta de administración con respecto a la influenza A H1N1. Aunque más de la mitad (52 por ciento) cuenta con un plan de contingencia local que aplica a algunas o a todas las funciones, sólo un cuarto (25 por ciento) de las empresas ha integrado planes de contingencia para todas las funciones y locaciones.

“Las organizaciones a nivel mundial están enfrentando las mismas preocupaciones y cuestiones con respecto a la influenza A H1N1”, dijo el médico Russel Robbins, especialista clínico y director de Mercer para consultoría en prestaciones y beneficios de salud para empleados. “Los planes de contingencia son muy importantes y deberían definir cómo maximizar la salud, la seguridad y la productividad en el lugar de trabajo en caso de una pandemia. Además, las políticas y prestaciones de RR.HH. se deben evaluar como las fuentes de información y comunicación con los empleados”.

La encuesta de Mercer, incluye respuestas de casi 1,000 organizaciones a nivel mundial, y evalúa lo que las compañías están haciendo para planear, comunicar y minimizar su riesgo, al tiempo que la influenza A H1N1 continúa propagándose. La encuesta se llevó a cabo en octubre e incluye respuestas de empleadores en Estados Unidos, América Latina, Canadá, Asia-Pacífico y Europa.

“Las empresas que no tienen planes de contingencia establecidos deberían desarrollarlos ahora, pues será demasiado tarde cuando se presente una epidemia o un desastre”, aseguró el Dr. Robbins. “El objetivo principal debería ser minimizar el riesgo de su fuerza de trabajo evitando amenazas innecesarias y preparándose para la recuperación en caso de verse afectados”.

Mientras que las empresas a nivel mundial buscan formas de limitar el riesgo para la fuerza de trabajo como resultado de la influenza A H1N1, la mayoría está implementando las siguientes acciones en el lugar de trabajo: distribución de desinfectantes para manos (94 por ciento), limpieza de oficinas con mayor frecuencia o intensidad (64 por ciento) y realización de sesiones educativas (54 por ciento). Ver la Figura 1.

Las organizaciones también están comunicando lo que se espera de sus empleados en caso de que la empresa se vea afectada por un brote del virus H1N1. En general, lo han hecho las dos terceras partes (67 por ciento) de las organizaciones a nivel mundial. Ha sido mayor el número de organizaciones en América Latina (77 por ciento) y Asia (74 por ciento) que también lo han llevado a cabo, posiblemente debido a la gran cantidad de casos detectados durante el año en estas regiones. Sumado a esto, la mayoría de las empresas a nivel mundial que ha hablado con sus empleados a propósito del virus H1N1 ha proporcionado información sobre higiene personal, como lavarse las manos y cubrirse al toser (98 por ciento), así como los protocolos de atención de salud y gripe (88 por ciento) que se deben implementar. Asimismo, más de la mitad (58 por ciento) de las empresas ha señalado cómo tener acceso a la información sobre posibles restricciones o disposiciones de cuarentena.

De acuerdo con la encuesta de Mercer, la mayoría de los empleadores (95 por ciento) tiene actualizada la información de contacto de sus empleados en caso de enfermedad, así como información actualizada de sus clientes con el fin de notificarles en caso de una interrupción en los negocios. Sin embargo, sólo una tercera parte de las organizaciones a nivel mundial ha brindado orientación a sus empleados sobre el mensaje que deberían dar a los clientes y proveedores en caso de que la empresa se viera afectada por la propagación del virus.

Finalmente, más de una tercera parte de las organizaciones a nivel mundial (37 por ciento) indicó que se han reunido con los proveedores médicos y de gestión de ausencias para revisar los lineamientos enfocados en el tiempo de duración de las ausencias y la reincorporación al trabajo de sus empleados. Es poco probable que los empleadores hablaran con sus proveedores sobre los protocolos de servicio al cliente y gestión médica o que se coordinaran con los proveedores de salud y de gestión de ausencias.

“La comunicación con los proveedores es tan importante como con los empleados”, dijo el Dr. Robbins. “Los empleadores se pueden ver afectados aún cuando todos sus empleados estén sanos, si su proveedor no puede proporcionarle bienes o servicios debido al virus H1N1 o si un cierre de las escuelas requiere que los empleados sanos se queden en casa para cuidar de un miembro de su familia”.

Para obtener más información, por favor, visite www.imercersurveys/H1N1.

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