LA EDUCACIÓN A DISTANCIA Y EL MODELO SCORM

8 de septiembre del 2007 | por Linda Sharon Gutiérrez Cárdenas *

En los últimos años se ha manejado la idea de que el desarrollo de la educación a distancia en México lograría establecer la diferencia en cuanto al número de mexicanos que pueden acceder a una formación que dentro de un esquema tradicional era imposible obtener.

Uno de los problemas que han frenado el cumplimiento de esta ambiciosa meta es la poca comunicación que existe entre el diseño instruccional y la tecnología.

Hoy en día los pedagogos y desarrolladores instruccionales de las instituciones más importantes del país hablan de los beneficios que podría traer la creación de un repositorio de recursos digitales con contenidos en español que se puedan reutilizar dentro del diseño de otros cursos en línea, para de esta forma no realizar esfuerzos paralelos acerca de los mismos temas y producir más compartiendo lo que tenemos.

Lamentablemente esta idea se queda sólo en el discurso, ya que para lograr esto se necesita contar con el apoyo de un equipo especializado en el manejo y solución de herramientas tecnológicas nacionales e internacionales que puedan apoyar en la creación y aplicación de cursos en línea.

En ese sentido, cabe señalar que actualmente contamos con una gran variedad de posibilidades, y escoger qué es lo más adecuado es una labor complicada que requiere de un análisis profundo de las necesidades de cada institución.

Entre esas consideraciones destacan las que el diseño instruccional debe tomar en cuenta, como la granularidad, que es una de las más importantes, pues se refiere a la segmentación de los contenidos de una forma eficiente para hacerlos reutilizables; sin embargo, no puede ser tomada como una fórmula que se aplica igual en todos los casos, ya que se tienen que considerar una serie de factores tanto tecnológicos, pedagógicos como de análisis de requerimientos y funcionalidad del contenido que no caben dentro de la siguiente premisa: “entre más pequeños sean los pedazos en que fragmentas más podrás reutilizar”.

La otra consideración es la descontextualización de los contenidos, ya que para lograr compartirlos con otras instituciones no pueden incluir material que los comprometa con algún organismo o nivel educativo, pues esto disminuiría su independencia.

Es importante señalar, respecto a argumentaciones erróneas que estigmatizan el origen del modelo SCORM, que igual que en 1969 el departamento de defensa de Estados Unidos realizó las primeras conexiones costa a costa que dieron origen a lo que hoy conocemos como Internet, en 1999 lanzó, para la estandarización de los cursos en línea, el modelo SCORM (Modelo de Referencia de Objetos de Contenido Compartido), a través de la iniciativa ADL (Aprendizaje Distribuido Avanzado), que analiza y agrupa junto con otras asociaciones y corporaciones destacadas los estándares internacionales necesarios para dar acceso a la educación en línea (“de alto nivel”) a través de soluciones tecnológicas que hacen posible lograr una reutilización e interoperabilidad eficientes.

A casi 10 años de haber lanzado el modelo y después de tratar de estabilizar la tercera edición de la versión 1.3 (2004) del SCORM, existen evidencias alrededor del mundo acerca de los beneficios que ha traído consigo la creación de convenios entre ADL y países interesados para la instauración de laboratorios asociados que complementan a los co-laboratorios auspiciados por ADL.

Actualmente existen laboratorios asociados que ya firmaron el convenio en el Reino Unido, Canadá, Australia, Taiwán y Corea. México acaba de firmar a través del Laboratorio Asociado que se encuentra a cargo del ILCE (Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa), que está comisionado para llevar el SCORM a toda Latinoamérica y el Caribe y prever asistencia técnica, capacitación y precertificar contenidos y LMS (Sistema de Administración de Aprendizaje) en el modelo.

LA INTEROPERABILIDAD

La reutilización y la interoperabilidad de recursos digitales son dos de los beneficios más importantes que provee el SCORM y que permiten que al crear un curso con una granularidad adecuada sus componentes internos se puedan reutilizar dentro del diseño de otros cursos.

Para lograr esta reutilización se debe contar con un modelo de agregación de contenidos, integrado por un modelo de metadatos que contiene nueve categorías con 62 campos , de los cuales 15 son obligatorios para la versión 1.2 del SCORM, lo cual permite que se hagan búsquedas más efectivas dentro del repositorio de recursos digitales.

Este modelo de agregación además contiene un modelo de contenidos dentro del cual se describen los componentes usados para construir una experiencia de aprendizaje como son un hazte, SCO, agregación y organización, además de una estructura de contenido que define cómo representar el comportamiento previsto de a experiencia de aprendizaje y el paquete de contenido que explica como empaquetar los recursos de aprendizaje para transferirlos entre distintas plataformas.

La interoperabilidad se define como la capacidad que tienen los recursos digitales para funcionar en múltiples plataformas, aplicaciones, ambientes y configuraciones de hardware y software que cumplan con el SCORM.

Existen tres partes fundamentales que forman el ambiente de desempeño, la primera de ellas es un mecanismo de lanzamiento por medio del cual se inicia la comunicación entre el recurso digital y el LMS, la segunda es una API o interfase de programación aplicada que funge como el medio por el que se puede dar la comunicación y por último el modelo de daos que es el lenguaje (java script) de comunicación que está compuesto por las llamadas (calls) que transmiten el LMS lo que debe registrar acerca del alumno durante su desarrollo dentro del curso.

Cada LMS contiene sus propios registros acerca del alumno referentes a su paso dentro del curso. A estos registros se les considera características específicas del LMS, lo cual los hace diferentes entre sí y no interoperables.

El hecho de que el LMS pueda realizar registros con llamadas del SCORM, hace que las llamadas de registro dentro del curso puedan ser leídas por cualquier LMS.

Cabe señalar que un LMS puede ser certificado o precertificado en SCORM la diferencia es que en la certificación está involucrado el sello de ADL y solo el Co-Laboratorio de Winsconsin puede hacerlo, mientras que la precertificación solo se refiere a cumplir con las especificaciones del SCORM, pero no hay un certificado de por medio.

Sin embargo, el aprovechamiento de estas nuevas tecnologías es casi nulo. Lamentablemente las investigaciones locales para el desarrollo propio de LMS o estándares mexicanos para la creación de las herramientas, no cuentan con el presupuesto necesario, además de que la tecnología que posee nuestro país nos coloca en un punto muy lejano respecto al logro de estas metas ambiciosas.

Considero importante tomar lo que nos sirve de los desarrollos internacionales, especialmente los de libre acceso (como Moodle), para así poder adoptar soluciones que nos ayuden a resolver problemas fundamentales de la educación, no sólo en México sino en todo Latinoamérica y El Caribe.

* Linda Sharon Gutiérrez Cárdenas (lgutierrez@opentec.com.mx) es licenciada en Ciencias de la Informática por el Instituto Politécnico Nacional, y realizó una especialidad en nuevas tecnologías aplicadas a la educación en la Universidad Anáhuac. Actualmente se desempeña como Asesora de Innovación Tecnológica para OpenTec México.




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