INVERSIÓN TECNOLÓGICA, CLAVE PARA MODERNIZAR A LA BANCA

7 de agosto del 2011 | por Gerardo Zamudio

∙ Nuevos modelos de negocio como los corresponsales bancarios y la banca electrónica y móvil, hoy más que nunca dependen de las tecnologías de información.
∙ El sector financiero realizó una inversión el año pasado superior a los 1,806 millones de dólares, ubicando al país en el segundo lugar en inversión tecnológica de la región.

Hoy en día la Banca Mexicana se encuentra haciendo frente a varios desafíos, tales como la entrada al país de la legislación internacional Basilea III, el incremento de sus reservas preventivas y la presión por bancarizar a la mayor cantidad de población posible con la finalidad de fomentar el desarrollo del país. Estas condiciones ponen de manifiesto la necesidad de contar con sólidas prácticas internas y disponibilidad de infraestructuras que permitan cumplir con estos nuevos mandatos y requerimientos de la población.

Datos de la AMB indican que en el último lustro se incorporaron al sistema 20 millones de personas, y en los próximos 20 años, 30 millones de personas demandarán algún tipo de servicio financiero. Esto nos habla de la necesidad de los bancos de contar con capacidad financiera y tecnológica para poder brindar sus servicios a los más de 40 millones de cuentahabientes actuales y a los que demandarán servicios en los próximos años.

Nuevos modelos de negocio como los corresponsales bancarios y la banca electrónica y móvil, desarrollados para llevar los servicios financieros a un mayor número de localidades; así como la prestación de crédito, hoy más que nunca dependen de las tecnologías de información. El sector financiero sabe esto, por ello, tan sólo el año pasado realizó una inversión superior a los 1,806 millones de dólares, ubicando al país en el segundo lugar en inversión tecnológica de la región, después de Brasil.

«Se requiere de una infraestructura de TI ágil y flexible que derive en una inteligencia y analítica de negocios que cumpla con las normativas más exigentes en cuanto a seguridad, procesamiento de créditos, detección de fraudes y lavado de dinero, entre otros; para poder llevar una mayor cantidad de servicios a clientes cautivos, así como a comunidades aisladas y el sector empresarial, de una manera responsable y segura”, afirmó Francisco Farrera, Director de Consultoría e Integración de Soluciones, Unisys México.

«Los directivos de las instituciones financieras saben del beneficio en ahorro en costos y el aumento en la eficiencia operativa que brindan tanto la banca electrónica como móvil; por este motivo, es que se encuentran apostando a estos nuevos modelos”, agregó el directivo.

Expertos del sector opinan que para aumentar la participación de la Banca en el desarrollo del país se debe bancarizar más a la población, a través de medios como la banca electrónica y móvil; así mismo, se debe ampliar el otorgamiento de créditos a la población en general y a las empresas, pero de manera segura. Afirman que esto se puede lograr a través del máximo aprovechamiento de la tecnología, que se reflejaría en la reducción de diversos costos.

Este interés de las instituciones financieras para ampliar sus servicios, cartera y satisfacción del cliente, las está llevando a identificar fallas y problemas que derivan en una necesidad de modernizar y adquirir nuevas tecnologías que les permitan mejorar y entregar más servicios. Pero esto no es tarea fácil, ya que integrar generaciones y generaciones de tecnología con nuevos sistemas estandarizados y abiertos que permitan ejecutar una mayor cantidad de aplicaciones flexibles, se vislumbra como una labor titánica.

Entonces, para la mayoría de estas organizaciones, la pregunta más importante es ¿dónde comenzar?

Antes que nada deben comprender que la modernización es un viaje en el que tomará más tiempo llegar a algunos objetivos que a otros. La clave está en tener un pleno conocimiento de la situación actual en cuanto a activos, capacidades, vulnerabilidades y oportunidades, así como tener muy claro a dónde se quiere llegar.

Lo anterior puede hacerse de forma interna, pero se puede caer en el autosabotaje, pensando que todos los sistemas se encuentran en condiciones óptimas. En cambio, si se acercan a un tercero, éste puede brindar una visión objetiva sobre las fortalezas y debilidades en procesos, tecnologías y entrega del servicio que resulte en un verdadero proyecto de cambio. Trabajar de la mano de un socio estratégico que comprenda profundamente los desafíos y amenazas, tanto tecnológicas como de negocios de la industria, y que de igual forma sea un visionario sobre las tendencias del mercado; garantizará el éxito en el proceso de modernización.

«Identificar los retos y desarrollar soluciones permitirá implementar las tecnologías adecuadas para una mejor gestión de la inteligencia de negocios, reducir el riesgo, mejorar el servicio, apoyar la entrega del servicio y, lo más importante, incrementar la satisfacción del cliente”, finalizó Farrera.