FORO DE VISA PRESENTA OPORTUNIDADES PARA PROMOVER LA INCLUSIÓN FINANCIERA A TRAVÉS DE PAGOS ELECTRÓNICOS GUBERNAMENTALES
22 de enero del 2012 | por Rodolfo Serralde Solórzano
entre gobiernos y el sector privado que busca impulsar el
progreso por medio de la inclusión financiera.
La República Dominicana ha sido pionera en la introducción de un conjunto de iniciativas dirigidas a ayudar a las personas de menores recursos y a promover la inclusión social. Una de ellas en particular, el programa Solidaridad, apalanca el poder de la moneda digital para llevar la inclusión financiera a los ciudadanos menos privilegiados, llegando a más de 850,000 personas e integrando a más de 4,500 comercios no tradicionales a la economía formal (haga clic aquí para ver el video). Es debido a la exitosa trayectoria del país en la tarea de extender los servicios financieros a su población poco bancarizada, que Visa ha elegido la República Dominicana como nación anfitriona para un foro regional enfocado en destacar las innovadoras soluciones de pago que están ayudando a los gobiernos alrededor del mundo a aportar mayor eficiencia y transparencia a los programas que distribuyen beneficios sociales.
“Visa está trabajando con las instituciones financieras, los gobiernos y las agencias no gubernamentales para utilizar la moneda digital con el fin de superar los retos tradicionales para llegar a la población no bancarizada y poco bancarizada”, expresó Eduardo Eraña, Presidente de Visa Inc., América Latina y el Caribe. “El cambio hacia los pagos electrónicos y la amplia adopción de Internet y de la tecnología móvil han creado una oportunidad sin precedente para proporcionar a más personas productos de pagos electrónicos que aportan seguridad, conveniencia y confiabilidad a sus transacciones cotidianas”, agregó Eraña.
El Visa Forum: Opportunities and Development of Financial Inclusion through Electronic Payments celebrado hoy en el Hotel Hilton de Santo Domingo contó con la asistencia del Vicepresidente de la República Dominicana, el distinguido Sr. Rafael Albuquerque, quien pronunció el discurso de apertura, así como con la participación de representantes del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, y representantes de los gobiernos e instituciones financieras de diversos países latinoamericanos.
Los temas tratados durante este encuentro incluyeron los beneficios que los pagos electrónicos han proporcionado a los gobiernos, tanto en términos de utilizar las tarjetas para fomentar la transparencia de los gastos gubernamentales—incluyendo los desembolsos para la distribución de pagos de asistencia social—como en términos de simplificar y agilizar los procesos, disminuyendo los costos operativos.
Promoviendo la Inclusión Financiera en Alianza con los Gobiernos
Visa ha puesto en marcha una serie de esfuerzos, trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos para expandir los beneficios de los productos Visa a los segmentos de población más necesitada. Por medio de la poderosa red global de Visa y sus productos innovadores, los gobiernos han implementado métodos más eficientes para distribuir beneficios sociales, haciendo el proceso más transparente y eficiente.
En Argentina, los programas de asistencia social basados en tarjetas Visa benefician a aproximadamente un 23% de la población, conformada por 7 millones de personas de bajos ingresos y más de 2 millones de personas que viven en mayor pobreza. De esa forma Visa fortalece su compromiso para construir un puente de comunicación entre este segmento de la población y el sistema financiero formal, proporcionando la conveniencia, seguridad y eficiencia de los pagos electrónicos.
En México, Visa está participando en al menos 20 programas de subsidios y beneficios liderados por gobiernos estatales en asociación con algunos de los mayores bancos del país, incluyendo Bancomer, Banorte y Banco Azteca. La compañía también se ha aliado con el gobierno federal y Bansefi en el Programa Oportunidades, el cual brinda subsidios para la compra de alimentos, llevando la seguridad y conveniencia de la moneda digital Visa a más de 2 millones de beneficiarios.
La implementación de estos programas de asistencia social con la ayuda de la tecnología y los productos de Visa ha reducido las pérdidas generadas por la distribución de beneficios a través cheques y efectivo. También ha proporcionado una forma de asignar la responsabilidad concreta por los gastos del gobierno federal y ha ayudado a inyectar fondos en las economías locales con el fin de impulsar el crecimiento. En las comunidades rurales Visa ha dado inicio a un proceso de crecimiento sistémico de la infraestructura de aceptación. Hoy en día, ya hay nuevos consumidores participando en la plataforma de prepago gracias a una variedad de programas que brindan nuevas oportunidades a los comercios interesados en aceptar pagos electrónicos.
En Pakistán, Visa ha llevado la eficiencia a un vital programa de beneficios gubernamentales ofrecido a familias desplazadas debido a conflictos armados. Durante el año 2009 se distribuyeron 250,000 tarjetas Visa a familias refugiadas en campamentos en la zona fronteriza en la provincia noroeste del país. En el 2011, Visa colaboró con los mismos socios para distribuir casi 1.5 millones de tarjetas Watan Visa, proporcionando un total de USD 314 millones en asistencia en un plazo de tres meses.
Clara demostración de los esfuerzos orientados a la inclusión financiera que ha impulsado Visa es la alianza con el Gobierno de Ruanda, recientemente anunciada, destinada a desarrollar soluciones localizadas que utilizarán la tecnología de telefonía móvil para extender el acceso a los servicios financieros a consumidores locales e internacionales en todo el país. Esta asociación representa una alianza clave para entregar la promesa del crecimiento económico y la inclusión financiera que pueden proporcionar los sistemas de pago electrónico.
Al expandir y desarrollar estos programas, Visa refuerza su compromiso de proporcionar la conveniencia, seguridad y eficiencia de los pagos electrónicos, ayudando a reducir las pérdidas que ocurrían cuando los beneficios se distribuían en efectivo, por medio de cheques o en efectivo, mientras se contribuye a inyectar fondos en las economías locales con el fin de impulsar el crecimiento y la inclusión financiera en América Latina.