EL SURGIMIENTO DEL MUNDO MULTIPOLAR
27 de febrero del 2009 | por Accenture
El equilibrio cambiante del poder económico
El perfil de la economía global está cambiando. El dominio económico colectivo de Estados Unidos, Europa y Japón – la llamada triada – está dando paso a una mayor dispersión del poder económico global, conforme las economías en desarrollo tienen una participación cada vez más grande en la producción mundial, el comercio y la inversión. Las cifras brutas hablan por sí mismas: hoy, el mundo en desarrollo representa el 49 por ciento del PIB global; es decir, un aumento en comparación con el 39 por ciento en 1990, y es probable que supere al mundo desarrollado en las próximas dos décadas. Esta extraordinaria transformación de la economía global, sus inductores y características, y sus implicaciones para el negocio, constituyen el tema principal de este estudio.
Inductores
El surgimiento de un mundo caracterizado por múltiples centros de poder y actividad económica – concepto que llamamos “mundo multipolar” – está siendo inducido por tres tendencias poderosas, que se refuerzan mutuamente:
• El creciente poder de las tecnologías de la información y la comunicación: las comunicaciones más rápidas han permitido que las funciones del negocio se dispersen geográficamente y también han puesto por primera vez al alcance del comercio internacional, una amplia gama de actividades de servicio, muchas de las cuales se encuentran en los mercados emergentes.
• Las políticas gubernamentales para aumentar la apertura económica: los periodos sucesivos de liberalización del comercio bajo los auspicios de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el acceso de algunas economías emergentes clave – sobre todo China en 2001 – han incrementado substancialmente los niveles de interdependencia económica.
• El tamaño y alcance geográfico creciente de la empresa multinacional: la búsqueda de nuevos mercados, economías de escala, y nuevas fuentes de capital y mano de obra, han aumentado significativamente la presencia geográfica de las compañías multinacionales en los mercados emergentes.
No es de sorprender el surgimiento del mundo multipolar: las fuerzas que lo inducen – tecnología, apertura económica y estrategias multinacionales – son exactamente las mismas que las que impulsaron las primeras etapas de la globalización. En este sentido, el mundo multipolar puede verse como una fase nueva y más profunda de la globalización. Pero, su naturaleza y efectos son muy diferentes. La globalización ahora se está convirtiendo en un proceso de dos vías en el que las economías en desarrollo o emergentes están pasando de ser receptores pasivos a formadores activos de la globalización. El nombre del juego es mayor interdependencia económica, como lo
demuestran las cinco dimensiones clave que conforman el mundo multipolar:
i) Ganando talento:
El talento se ha convertido ahora en un producto básico global, por el que luchan numerosos competidores. En una época en que muchas economías occidentales están luchando con los efectos que tiene la mano de obra que envejece y, en algunos casos, se contrae, el equilibrio de la oferta de mano de obra global se está transfiriendo a las economías en desarrollo, en virtud del rápido crecimiento de la población: cerca del 97 por ciento de los 438 millones de personas que se sumarán a la fuerza laboral global en 2050, provendrán de los países en vías de desarrollo. No es de sorprender que las multinacionales occidentales estén tratando cada vez más de aprovechar estas nuevas fuentes de talento. No obstante, estos cambios en la oferta está dándose en cascada con una feroz competencia por empleados calificados: no sólo las compañías nativas de las economías emergentes están compitiendo en confrontación directa con las multinacionales extranjeras por nuevos candidatos y gerentes experimentados, también están buscando atraer nuevamente a casa a los trabajadores que salieron de su país.
ii) El flujo de capital:
Las economías desarrolladas tradicionalmente han sido las principales fuentes de inversión extranjera directa (IED) al exterior, invirtiendo primero en otras economías desarrolladas y, después, con el tiempo, en las economías emergentes. En contraste, las economías emergentes han sido tradicionalmente las exportadoras netas del capital de cartera – acciones, bonos y similares – ya que los inversionistas de las economías en desarrollo buscaban canalizar sus ahorros internos a los mercados de capital más seguros y sofisticados de las economías desarrolladas. Pero, conforme caminamos hacia un mundo multipolar, empezamos a ver los primeros signos de la inversión de esta dinámica. Las economías emergentes se están convirtiendo en una fuente cada vez más importante de IED al exterior, cerca del 17 por ciento del total mundial, ya que sus compañías buscan oportunidades de expansión en los mercados del extranjero, tradicionalmente en otros países en vías de desarrollo, pero con frecuencia también en las economías desarrolladas de Europa y los Estados Unidos. Al mismo tiempo, están llegando con mayor regularidad inversiones de cartera a los mercados emergentes, ya que los inversionistas globales buscan obtener los rendimientos que prometen las altas tasas de crecimiento. Al igual que con el talento, se trata nuevamente del aumento de la interdependencia global debido a que los proveedores y demandantes de capital están cada vez más diversificados y entrelazados geográficamente.
iii) La batalla de los recursos
El tema de la profundización de la interdependencia global se explica en la interacción entre la oferta y la demanda de recursos naturales. Las economías emergentes están creciendo a pasos agigantados, y conforme crecen, aumenta su apetito por recursos naturales de todo tipo: recursos energéticos, minerales y metales y agua. Desde el año 2000, estas economías han sido responsables del 85 por ciento del aumento en la demanda de energía mundial, y absorberán la mayor parte de la demanda de energía proyectada hasta 2030. Entre tanto, la oferta de recursos está sujeta a grandes tensiones, y tanto las economías desarrolladas como las emergentes están compitiendo ferozmente en muchas regiones – principalmente en Sudamérica y África – por el acceso a mejores recursos. En este contexto, el nuevo desafío que están enfrentando los dirigentes es cómo manejar el complejo equilibrio entre tres imperativos avasalladores: decrecimiento económico, seguridad de energía (de oferta para los países con recursos deficientes y de demanda para las zonas ricas en recursos) y sostenibilidad.
iv) Los consumidores emergentes:
A la fecha, el crecimiento de las economías emergentes se ha basado en gran parte en la habilidad de proveer de bienes y servicios de bajo costo a las economías occidentales desarrolladas. No obstante, ahora estas economías se están volviendo importantes mercados de consumo por derecho propio, y en un objetivo lucrativo para los fabricantes multinacionales, proveedores de servicio y minoristas. El rápido crecimiento y una mayor integración están alimentando el creciente empleo e ingresos de las economías emergentes, creando una clase media floreciente de consumidores potenciales que suman muchos millones. Las economías emergentes representarán más de la mitad del consumo global para 2025, ajustado por las diferencias en el poder adquisitivo. Los mercados de los países en desarrollo de muchos productos y servicios ya están compitiendo con los de los países industrializados. China, por ejemplo, es por mucho el mercado más grande de teléfonos móviles, con más de 395 millones de suscriptores y, en 2007, alcanzará a Japón para convertirse en el segundo mercado de automóviles más grande del mundo. México representa el segundo mercado más grande de refrescos. Es evidente que las compañías multinacionales están volviendo a centrar su mira en las economías emergentes al ponerse de manifiesto el claro potencial de crecimiento de estos mercados.
v) El nuevo mapa de la innovación
La innovación ha sido considerada durante mucho tiempo, el dominio de la “triada” constituida por las economías de Estados Unidos, Japón y Europa, fundada sobre una base de mercados dinámicos, aptitudes y tecnología avanzada. No obstante, en el mundo multipolar emergente, esta simple caracterización ya no es válida: debido a la combinación de una considerable inversión en educación y aptitudes, la selección estratégica de industrias emergentes y la rápida difusión de nuevas tecnologías, muchos mercados emergentes están mejorando la cadena de abasto a un ritmo mucho más veloz de lo que antes se hubiera pensado posible. En resumen, la innovación se está volviendo más difusa geográficamente, con grupos de innovación que surgen en lugares tan como Pekín, Bengaluru, Seúl y su área metropolitana y Cracovia. El mensaje es claro: las naciones desarrolladas ya no pueden dar por sentado su liderazgo en la innovación.
Alcanzando el alto desempeño en un mundo interdependiente
Las compañías multinacionales de las economías desarrolladas y emergentes necesitan comprender estas tendencias si quieren alcanzar un alto desempeño en un ambiente global cada vez más complejo. El alto desempeño dependerá de la capacidad finamente sintonizada para ajustar el enfoque del mercado y el posicionamiento a lugares y fuentes constantemente cambiantes con ventaja competitiva. Las fronteras nacionales y regionales serán menos importantes conforme las compañías empiezan a organizarse por creación de valores en lugar de por geografía. Esto podría significar el agrupamiento de mercados de consumo en función del crecimiento potencial en lugar de la ubicación, o la segmentación de la mano de obra por nivel de calificación en lugar de por ubicación, de modo que un trabajador altamente calificado de China sean parte de la misma estrategia de administración de talentos que uno de los Estados Unidos.
Las compañías necesitarán ser simples por dentro, pero diferenciadas por fuera – simplificando sus operaciones globales para alcanzar economías de escala, al tiempo que diferencian sus productos y servicios para los diversos mercados en los que operan. Finalmente, los asuntos culturales: será sumamente importante tener un equipo de liderazgo diverso con conocimientos que cubran los distintos mercados.
Acerca de Accenture:
Accenture es una compañía global de consultoría de negocios, servicios de tecnología y outsourcing, que una amplia gama de capacidades especializadas a través de líneas de servicio destinadas a clientes de todos los sectores industriales. Accenture ha establecido más de 100 alianzas con empresas de tecnología bien consolidadas y de reciente creación cuyas capacidades complementan a las suyas, ya sea mejorando una oferta de servicio, desarrollando una nueva tecnología o ayudando a extender su servicio a otras regiones geográficas. En México, asesora a diferentes empresas de la industria privada y pública.