DEUDA VS CAPITAL PRIVADO, ¿QUÉ ES MEJOR PARA TU STARTUP?
24 de febrero del 2018 | por Top Management
Si bien el trabajo, la inteligencia y la creatividad pueden ayudar a despegar un negocio, eventualmente será necesario recurrir a algún tipo de financiamiento para poder cumplir con sus objetivos de crecimiento, y es en este periodo cuando la empresa es más vulnerable.
Cuando una empresa es pequeña, tiene poco que perder y la mayoría de los errores tienen solución, pero cuando la compañía acelera su crecimiento entonces su necesidad de efectivo aumenta exponencialmente y hay mucho más en juego si sus necesidades de capital no se cumplen.
Aunque para muchos la primera opción es recurrir a amigos y familiares en busca de financiamiento, existen otras opciones como los fondos de capital privado o los préstamos de bancos, con ventajas y desventajas particulares que vale la pena analizar.
Deuda
Tener deudas es el miedo de muchas personas y la sola palabra causa suspicacias, sin embargo, la capacidad de endeudamiento bien utilizada es una herramienta poderosa para un negocio. ¿Puede beneficiarse un negocio de la deuda?
“Las empresas no deberían ver su deuda como lo hacen las personas físicas”, afirmó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores. “Si la empresa genera una mejor rentabilidad que su costo de capital, entonces debe aprovechar esa oportunidad, siempre siendo objetivo y cuidadoso con el riesgo asociado”, agregó.
González Gasque señaló que, además, el interés de los préstamos a negocios es deducible de impuestos, por lo que en realidad es una manera atractiva de financiar un negocio.
Otro punto a favor de la deuda es su costo fijo, a diferencia del capital privado que tiene un costo variable que tiende a superar el de la deuda.
En materia de administración, al adquirir deuda el emprendedor no está obligado a hacer partícipe al banco de tu proceso de toma de decisiones, ni tiene que rendirle cuentas a nadie sobre la operación.
“Hay que tener cuidado porque la deuda es un gasto continuo que castiga los flujos de efectivo, y que si todo falla puedes encontrarte en problemas; podrías perder tus garantías o no volver a encontrar dinero para tu negocio”, subrayó González Gasque. “Una empresa endeudada difícilmente encontrará buenas oportunidades de financiamiento, incluso vía capital privado”, añadió.
Financiamiento
Obtener financiamiento por parte de ángeles inversionistas o fondos de inversión implica ceder una parte de la compañía a cambio de capital. Sin embargo, el financiamiento privado es el único motor de crecimiento de la compañía, entonces el emprendedor se encontrará con que cada vez es menos dueño del proyecto y eso es algo en lo que la moderación también es importante.
“Nadie quiere un emprendedor diluido que pierda el interés en su compañía”, advirtió González Gasque.
El directivo señaló que dependiendo del perfil de los inversionistas y de la forma de operar el negocio, una inversión puede significar buenas o malas noticias.
En ocasiones el inversionista querrá participar en el negocio y el emprendedor tendrá que consultar las grandes decisiones de la empresa con ellos. En cambio, si la experiencia del inversionista, perspectiva y disponibilidad resultan complementarias con la manera de trabajar de la empresa, entonces la alianza resultará invaluable para el crecimiento de la compañía.
El financiamiento privado implica un voto de fe en el emprendedor. Si el proyecto resulta exitoso, todos saldrán ganando, pero si todo falla, entonces al final todos perdieron y nada se podrá hacer al respecto. Esto contrasta con un préstamo, en donde el banco nunca quiere perder.
No tienes que elegir sólo una
Las fuentes de financiamiento son complementarias y no hay porque casarse sólo con una. De hecho, cuando tu compañía está en proceso de crecimiento, es más rápido y práctico combinar financiamiento de diversas fuentes.
Préstamos de amigos y familiares, fondos gubernamentales de apoyo a emprendedores, ángeles inversionistas, bancos e incluso empleados clave que acepten acciones a cambio de salario, son algunas de las opciones disponibles.
Sin embargo, es importante recordar que la mejor fuente de financiamiento siempre serán las ventas, pues permiten mejorar los flujos de efectivo, rentabilidad y subsistencia a largo plazo.
“Preocúpate por desarrollar tu capacidad comercial rápidamente y empezar a vender, pues tus clientes te van a dar retroalimentación valiosa y con ella podrás mejorar todos tus productos y procesos”, recomendó González Gasque.
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