DECÁLOGO PARA UN AUTÉNTICO PROTAGONISTA

LA VIDA ES BELLA, ROBERTO BENIGNI, PROTAGONISTA

8 de abril del 2017 | por Jesús Gallego

La entrada fue impactante. Tanto que la visión de su nueva morada les paralizó. Se detienen. La cámara da la vuelta y muestra a sus nuevos vecinos, decenas de hombres con ropa de rayas, mirándoles, mitad atentos, mitad perdidos. El padre observa a su hijo y en el segundo que entiende cómo le puede golpear la tragedia, transforma todo aquello en un teatro, comienza el juego.

– “Es fantástico Josué, ya te lo había dicho, qué lugar, ¿eh? Corre, corre, que nos quitan el sitio. ¡Tenemos una reserva!, ¡dos literas! Permiso… , permiso… Aquí es, aquí está, ¿lo ves? Dormiremos bien aquí juntos, ¿eh?

-Papá, esto es feísimo y huele mal, quiero ir con mamá

-Sí, ya iremos, sí.

-Tengo hambre

-Ya comeremos

-Estos hombres son malos, gritan mucho.

-Claro, gritan porque el premio es grande. Un tanque lo quiere todo el mundo. Tienen que ser duros, ¿eh?

-¿Puedo ir a ver a mamá?

-Cuando acabe el juego

-¿Y cuándo se acabará?

-Ah….., debemos ganar…1.000 puntos. Quien gane 1.000 puntos gana el carro blindado nuevo. (…)

El resto, seguramente lo recuerdas. Entra un oficial alemán y pregunta por alguien que sepa hablar su idioma y explicar las reglas del campo de concentración. Guido, sin saber una palabra del idioma de sus captores, se ofrece y “traduce” para su hijo las palabras amenazantes del soldado nazi, convirtiéndolo en las reglas del pequeño para ganar el ansiado  tanque. Todos, atónitos, escuchan: “Empieza el juego, quien no haya llegado, ya no juega”.

“La vida es bella” siempre me ha parecido una película fascinante y, esta escena en particular, creo que es una síntesis de la misma: dura y tierna, cómica y dramática, romántica y conmovedora. La propuesta de Roberto Benigni recuerda las palabras de Florence Scovel cuando decía que “la mayoría de la gente considera la vida como una batalla, pero la vida no es una batalla sino un juego”. Y si fuera así, ¿cómo va nuestro juego?, ¿vamos ganando?

Creo que todos hemos nacido para ganar este juego, pero no lo jugamos contra nadie, ganar no significa llegar el primero, sino correr lo más que podamos. Significa subir cada día al escenario de la vida y ser los protagonistas de nuestro papel, del guión que nosotros decidamos escribir. Ganar, significa jugar nuestra mejor partida con las cartas que nos han tocado, independientemente de qué cartas tengan los demás.

El juego ha comenzado y, queramos o no, estamos en el escenario, el escenario de nuestra vida. La pregunta no es si quieres subirte e interpretar un papel, sino cómo lo vas a interpretar, porque las cámaras ya están en marcha.

Así que, ya en el escenario, habiendo empezado el juego, unas reflexiones antes de entrar de nuevo en acción.

  1. Se tú quien elija el guión.

Decía Oscar Wilde “se tú mismo, el resto de los papeles ya han sido tomados”. No permitas que nadie escriba el guión de tu vida, se tú quien tome las decisiones más importantes, decide quién quieres ser y cómo actuar.

  1. No esperes a que otro entre en juego: ¡sólo juega tu mano!

Esperar que sucedan las cosas no evitará nuestra responsabilidad de jugar nuestro mejor papel. No jugar, no apostar, es perder la partida.

  1. Eres el jugador, no las cartas.

Las circunstancias que nos acompañan, por duras o difíciles que sean son eso, circunstancias, nosotros somos quienes decidimos en este juego de la vida. Podemos vivir con la sensación de que somos las cartas que nos tocaron, o entender que somos nosotros quien tiene la responsabilidad de jugarlas.

  1. Si no puedes cambiar tus cartas, juega tu mejor partida.

Las cartas que nos ha repartido la vida no las podemos elegir, pero sí podemos elegir cómo jugamos nuestra partida.

  1. Independientemente de las cartas, todos los días puedes ganar.

Sólo tú puedes transformar una mala jugada o un error en victoria, basta solo con aprender algo de ello. Los errores sólo son fracasos si no se aprende.

  1. Fracasar no es perder una mano, es retirarse del juego.

Errar o tropezar no es la causa del fracaso, la causa es no levantarse y seguir luchando.

  1. Para ganar, juega a ganar en vez de jugar a no perder.

Ten claro cuál quieres que sea tu jugada, el objetivo, lo que quieres conseguir, y pon el corazón. No malgastes el tiempo y la energía pensando sólo lo que no quieres o de cuántas maneras te podrá ir mal.

  1. Si no sabes jugar con malas cartas, tampoco sabrás ganar el juego cuando las tengas buenas.

Ser tu mejor versión dependerá de tus decisiones no de las cartas que te toquen. Y cuando las circunstancias mejoren, te darás cuenta de que te convertiste en mejor jugador.

  1. Al final de la partida, el resultado es tuyo.

No importa qué cartas recibas, o qué jugadores se hayan sentado a tu lado, tú habrás dirigido tus jugadas y el resultado es tuyo. No eludas el resultado ni la responsabilidad de no haberlas jugado bien.

  1. Serás feliz no cuando ganes la partida sino cuando aprendas a jugar, lo des todo y apuestes fuerte.

Como diría Maslow “Si planeas deliberadamente ser menos de lo que eres capaz de ser, corres el riesgo de ser infeliz durante el resto de tu vida”. Juega y apuesta de verdad, es tu vida.

Pienso que lo importante es que cuando haya terminado la partida de cada día, puedas descasar a gusto porque dejaste todo en el juego, jugaste tu mejor papel y fuiste quien querías ser.

Al igual que toda jugada tiene en resultado, toda acción tiene un impacto. Y no estamos solos, más pronto o más tarde, nuestras acciones tienen un impacto en los demás.

A Guido le tocaron unas pésimas cartas, pero las supo jugar muy bien, diría que las jugó de una forma brillante. Ganar la partida significó para su hijo conseguir el carro de combate, pero fue algo más, mucho más: le ayudó y nos enseño a los demás a vivir la vida de una manera mucho mas bella. ¡Gracias, Guido!, ¡Gracias Benigni!

Acerca del autor: Jesús Gallego es Conferencista Internacional y Socio-Director General de Capital Emocional.

www.conferenciasliderazgo.com

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  1. andrea

    Me encantó tu prespectiva desde la que explicas el tema
    Felicidades