¿SE PUEDE REDUCIR COSTOS Y CRECER EL NEGOCIO AL MISMO TIEMPO?

22 de febrero del 2011 | por Rodolfo Serralde Solórzano

∙ México está en un grupo selecto de diez países denominados Emerging and Growth-Leading Economies, pero sigue perdiendo lugares en los rankings de competitividad empresarial, según el Global Competitiveness Index de 2010.
∙ Es importante saber cuándo es el momento de transformar la manera de hacer negocio en la empresa y de convertir los malos hábitos en oportunidades.

Para la mayoría de las compañías, los costos administrativos de ventas y generales representan del 12 al 20% del ingreso anual. Con esos gastos empujando la línea de crecimiento hacia abajo, muchas empresas han empezado a buscar formas viables para reducir sus gastos de operación pues no hay nada que provoque una visión estratégica más borrosa que un mal desempeño.

A pesar de estar dentro de los 10 países con Economías Emergentes y con Liderazgo en Crecimiento según un estudio mundial realizado por BBVA (EAGLES por sus siglas en inglés), México se ubica en las posiciones más bajas en las comparaciones internacionales de competitividad y en el último año perdió seis lugares, ubicándose en el puesto 66 de un radar de 139 países, en las mediciones del Global Competitiveness Index (GCI), emitido por el World Economic Forum y del World Competitiveness Yearbook (WCY), realizado por el Institute for Management Development.

Ante los crecientes números de falta de competitividad es normal que se hagan cambios y mejoras. Ya lo decía Winston Churchill: “No hay nada malo con el cambio, siempre y cuando sea en la dirección correcta”. Sin embargo, realizar cambios es costoso, así que si se quiere mejorar, es necesario comenzar por hacer algunos ahorros. Los gastos administrativos, de venta y generales, mejor conocidos como SG&A por sus siglas en inglés, -concepto que nace para facilitar cuestiones contables y de información externa- representan la mayor parte del gasto en una empresa. Desde la operación, funcionamiento (excepto el costo de ventas), incluidos los salarios de los empleados, los costos de pensiones, los costos de comercialización, seguros, alquiler y la depreciación.

Es importante saber cuándo es el momento de transformar la manera de hacer negocio en la empresa y de hacer de los malos hábitos oportunidades de reducción de costos e incremento de productividad. “Es muy común la mentalidad de hacer las cosas como siempre se han hecho y es muy frecuente en casi todas las empresas e industrias, incluso hoy en día”, aseguró Michael Latuga, Director General de TBM Consulting Group México. “Muchos administradores siguen utilizando los procedimientos que se usaron las décadas anteriores, a pesar de la disponibilidad de aplicaciones y herramientas automatizadas, más rápidas, más eficientes y menos costosas (a largo plazo)”.

Día a día crece el número de filosofías y modelos de mejora de procesos, pero existe un sistema que está por demás comprobado: El sistema lean analiza y reorganiza el proceso de las empresas para reducir ineficiencias, y actuar en favor de los resultados. El sistema lean ayuda a las empresas a encontrar mejores formas de aumentar la productividad y la eficiencia reduciendo los gastos administrativos, de venta y generales sin obstaculizar el flujo de trabajo.

La reducción de costos en el sistema lean es sólo el inicio, pues es una estrategia de negocios para el crecimiento y mejoras en calidad. También entre sus objetivos desarrolla estratégicamente tanto a los equipos individuales como a los de liderazgo para acelerar e intensificar el ritmo de mejora del negocio, es por ello que cuando una empresa elige comprometerse con una transformación lean, los líderes deben saber que este método trabaja a largo plazo y requiere de una paciencia feroz, comprendiendo que la mejora continua es eso, algo interminable.

Equivocadamente, el lean se ha pensado exclusivo de procesos de manufactura, pero debido a que el secreto de su éxito sostenido está en la planeación como medio para que una empresa defina sus metas y sincronice a toda la organización en una causa común, el sistema lean es también aplicable tanto a procesos administrativos como de servicio con tanto éxito como en la manufactura.

Ahora bien, implementar procesos de mejora, no es sólo reducir costos y ser más eficientes, sino implica cambios culturales en la empresa, los cuales deben hacerse de la mano de expertos que cuenten con soluciones a la medida de las necesidades específicas de cada empresa, como Guidon Performance Solutions, subsidiaria del Grupo Consultor TBM, brinda soporte a las organizaciones de los sectores de servicio y público – y les ayuda a realizar y a sostener rápidamente una ejecución y desempeño operativo de avanzada.

Cada caso de empresa debe analizarse de manera personalizada y ayudar así a lograr el deseado enfoque de su dirección estratégica, alineación organizacional, rápido despliegue y reducción máxima de costos sin intervenir en la calidad, con un modelo de ejecución comprobado que se adapte a la realidad de sus necesidades particulares.

“Cuando se desea realizar una transformación de mejora continua, se debe transformar la cultura de la empresa para promover la excelencia operativa, dirigir la cultura del cambio, transferir conocimiento y generar resultados inmediatos”, comentó Manuel Reza, Senior Consultant en Guidon Performance Solutions para México. “Superar obstáculos de falta de eficiencia y gastos innecesarios, definir métricas de desempeño y potenciar cada faceta del proceso del negocio con el objetivo de incrementar la participación, compromiso y responsabilidad de toda la organización genera una tasa de cambio más rápida, sostenida mes con mes y año con año”.

La mejora del proceso de negocios debe ser prioritario en cualquier negocio que busque competitividad y lean puede ser el componente crítico de su transformación en búsqueda de reducción de costos e incremento de eficiencia, calidad y utilidades. El máximo indicador de éxito es el progreso sostenido y sin retrocesos; resultado que continúa cuando los líderes individuales enfrentan más oportunidades para lograr un impacto más amplio en el desarrollo cultural de una organización.