FONDOS DE CAPITAL PRIVADO: UNA OPCIÓN VIABLE PARA SU EMPRESA
21 de diciembre del 2009 | por Víctor Esquivel
Aunque los volúmenes son menores debido al entorno recesivo, los fondos de capital de riesgo todavía esperan invertir en América Latina, principalmente en Brasil y México, como lo demuestra la Encuesta Anual Sobre Capital Privado en América Latina 2009 realizada por KPMG a 110 grupos de interés de Capital Privado.
Los fondos de capital privado (capital de riesgo o venture capital) se han confirmado como una fórmula exitosa para potenciar el crecimiento de empresas medianas e incluso pequeñas, a las que inyectan no sólo dinero sino también experiencia, tecnología y mejores prácticas. Su contribución a la administración y las finanzas hace la diferencia respecto del financiamiento convencional que se concentra en el pago del crédito y los intereses, y se desliga del progreso del negocio.
Existen fondos de capital privado que son propietarios de grandes empresas, y otros más pequeños o especializados en diferentes áreas. Son bien conocidos los angel investors, que suelen ser personas con altos ingresos o “incubadoras” que apoyan a emprendedores o profesionistas con ideas para hacer negocios.
Los fondos de capital de riesgo pueden definirse como inversionistas profesionales que “levantan” y administran capital de fondos de inversión institucionales como fondos de pensiones, aseguradoras, banca de desarrollo y multilaterales, etc. El modelo de trabajo más común es adquirir o asociarse con empresas que tienen buen potencial, a las que ayudan a crecer y ser más eficientes y rentables.
AMÉRICA LATINA: EL RECUENTO DE LOS DAÑOS
La encuesta de KPMG revela que los directores de fondos de capital de riesgo se muestran confiados con respecto al futuro. Algunos han expresado su interés no sólo en compañías saludables que pudieran requerir una inyección de capital, sino también en negocios colaterales que los corporativos o empresas de mayor tamaño necesitan vender para capitalizarse y afrontar el pago de sus pasivos. Un dato esperanzador es que 50% de los ejecutivos entrevistados cree que la economía mundial comenzará a reanimarse en 2010 y 42% que lo hará un año más tarde, en 2011.
Con todo, las expectativas son moderadas, ya que a pesar de que los entrevistados reconocieron que la crisis económica mundial afectó a América Latina (AL), los resultados de la encuesta muestran que para 45%, la región conservó su atractivo para las inversiones de capital privado, contra 14% que dijo que no hubo cambio alguno. Un 30% comentó que la región se volvió menos atractiva a raíz de la crisis. Además, 58% sostuvo que esperaba una mayor inversión mundial en AL en el periodo 2010-2012, 12% que las inversiones se mantendrían sin cambio y 29% esperaba que las inversiones disminuyeran.
NO PARAN LAS INVERSIONES
Aunque a un ritmo menor, el hecho es que los mercados emergentes siguen recibiendo inversiones. México y los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) continúan en el candelero y sus industrias y mercados lucen saludables, por lo que podrán recuperar su importancia estratégica como polos de desarrollo económico.
De acuerdo a la encuesta, México (45%) y Brasil (44%), son los primeros destinos de la inversión, por encima de Colombia, Perú y Chile, cifras similares a las de 2008.
LOS SECTORES MÁS PROMETEDORES
No a todos los sectores y giros industriales les va igual en tiempos difíciles. Los más prometedores reciben más atención, y entre ellos figuran los de contenido ambiental y energético, educación, servicios de salud, bienes raíces, infraestructura, tecnologías de información y financiero.
De acuerdo a la encuesta, los sectores de la industria más atractivos son: infraestructura (47%), energía (26%), mercados de consumo (14%), cuidado de la salud (8%), servicios financieros (4%) y comunicaciones (1%).
La entrada de fondos de riesgo detona un mayor dinamismo en esos sectores, fomenta la competencia y una mejor calidad de productos y servicios. Las empresas bien administradas generan empleos formales y con mejores prestaciones, y pueden atraer y retener al talento humano porque muestran que saben dónde están y hacia dónde se dirigen. Algunas de las empresas que se formen estos días podrían liderar las grandes ligas en los siguientes años.
No es exagerado decir que esta época de cambios es una oportunidad para los empresarios de las nuevas generaciones. Por eso se insiste en la profesionalización de las empresas familiares de México, donde se deben diferenciar con claridad los objetivos del negocio y los de los accionistas. Muchos empresarios de la nueva generación ya no temen a la incorporación de socios y de capital privado, ni lo interpretan como una traición a los fundadores y a sus orígenes. Al contrario, están dispuestos a crecer de la mano de socios con más experiencia.
Los fondos de capital privado son una respuesta de gran valor para sacar adelante negocios que carecen de fuentes de financiamiento. México no es la excepción, aunque todavía faltan inversionistas que apoyen con más interés a emprendedores y empresas medianas. Pero cada quien tiene que hacer su parte, y los empresarios deben empezar por incorporar buenas prácticas administrativas, y ponerse serios en materia de gobierno corporativo. Las reglas son flexibles y pueden ser establecidas para que todos los socios sean beneficiados.