SUSTANCIAS TÓXICAS PUEDEN ANIQUILAR AL HÍGADO
19 de agosto del 2009 | por Martha Olavarrieta
El hígado es sin lugar a dudas el órgano con mayor capacidad de reserva y de recuperación, lo que le permite auto mantenerse. Sin embargo, con frecuencia puede ser atacado por virus, sustancias tóxicas, medicamentos, entre otros, los cuales pueden desencadenar enfermedades graves como lo son la cirrosis y la encefalopatía hepática.
La cirrosis hepática es una enfermedad progresiva y fatal en que la fibrosis del hígado, lo conduce a graves alteraciones en su función metabólica y de su circulación sanguínea. Esta es una de las diez causas más frecuentes de muerte en el mundo. En lo que respecta a nuestro país, la cirrosis es la tercera causa de fallecimiento en edad productiva.
Por ello, es importante tratarla a tiempo, de no ser así se puede desencadenar una encefalopatía hepática, la cual consiste en un daño a nivel cerebral. Esta enfermedad tiene como principal característica los elevados niveles de amonio, siendo el responsable de muchas de las alteraciones que se encuentran en los pacientes.
Cuando se padece de encefalopatía hepática el hígado deja de cumplir algunas de sus funciones de manera adecuada, lo que impide limpiar la sangre, provocando una acumulación de sustancias que pueden ser tóxicas en el organismo, como es el caso del amonio que al no ser eliminado provoca alteraciones en el funcionamiento cerebral, por lo que las neuronas dejan de funcionar y el enfermo puede caer en coma y hasta en el peor de los casos la muerte.
Por fortuna, los médicos hoy en día han buscado tratamientos que mejoren la calidad de vida de los enfermos, ejemplo de ello son los estudios clínicos controlados que han realizado con L-ornitina – L-aspartato y que han demostrado reducir de manera significativa el nivel de amonio, además de mejorar el estado mental de pacientes con encefalopatía hepática.
Esto se vio en el marco de la Conferencia de la Asociación Asia-Pacífico para el Estudio del Hígado (APASL) en Hong Kong, China, donde investigadores de Alemania, Canadá, China y la India coincidieron en que la L-ornitina – L-aspartato incrementa la desintoxicación del hígado favoreciendo la estimulación de la síntesis de urea y glutamina, facilitando así, la expulsión del amonio.
La L-ornitina – L-aspartato además de ayudar a eliminar de manera significativa el amonio, también previenen el desgaste muscular y reduce la degradación proteínica en el músculo, estimulando la síntesis de proteínas en los enfermos de cirrosis y encefalopatía hepática.
Asimismo, L-ornitina – L-aspartato es un fármaco que permite que el paciente se integre a su vida con mayor facilidad, disminuyendo la intensidad de la enfermedad si esta ya se ha manifestado.