OPENTEC SEÑALA: EL CRECIMIENTO DE MÉXICO ESTÁ LIGADO A LA EDUCACIÓN DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
20 de julio del 2007 | por Martha Olavarrieta
OpenTec corporativo que hace más eficiente la productividad de las empresas a través de tecnologías de información, está trabajando en integrar al sector privado las nuevas características que debe tener la educación en la sociedad mexicana del conocimiento, para que ésta sea más competitiva de forma global.
“Esta nueva era en la historia de la economía, indica que las ideas son una nueva fuente de enriquecimiento. La tecnología posibilita que personas y empresas participen de la comunidad tecnológica globalizada”, dijo Carl Rianhard, presidente de OpenTec.
Como podemos observar el mundo cambió y la geografía ya no lidera nuestro destino. La tecnología permite que cada niño, en cada pequeña comunidad, tenga acceso a las mismas oportunidades. Sin embargo, para ser competitivos en esta sociedad basada en la información, los estudiantes necesitan desarrollar habilidades apropiadas para el siglo XXI tales como colaboración, resolución de problemas y pensamiento crítico.
“La tecnología fortalece a los individuos pero no es una solución por sí sola. Los gobiernos y empresas necesitan ayudar a crear el ambiente perfecto para que cada economía pueda prosperar”, externó Rianhard.
Educación para la Sociedad del Conocimiento
El presidente de OpenTec señala que esa creación de ambientes perfectos para la prosperidad económica pasa por la educación. Pero no por la educación convencional, formal sino por la educación para la sociedad del conocimiento, aquella que ayuda a estar preparados para el porvenir que llega cada vez más deprisa, con los avances tecnológicos.
“Para responder a los desafíos de este nuevo orden, la educación necesita enfocarse a los conocimientos necesarios para el siglo XXI: conocimiento básico de medios de comunicación y tecnología, comunicación efectiva, pensamiento crítico, capacidad de resolver problemas y de trabajar en equipo. Las claves para el éxito en esta nueva economía y de la sociedad del conocimiento son tres: adquirir, profundizar y crear conocimiento”, indicó Rianhard.
No obstante, las claves para el éxito no son responsabilidad de un solo organismo. Dependen también de iniciativas de gobiernos, empresas e instituciones: políticas educacionales, enseñanza y tecnología. Para que las habilidades relativas a la creación del conocimiento sean adquiridas, cada una de estas acciones necesita responder a determinadas exigencias.
“Por este motivo, las políticas educacionales sólo se prestarán a la adquisición de conocimiento si se enfatiza la cantidad y no solamente la calidad de conocimiento y si su desempeño se mide en pruebas estandarizadas. Contribuirán efectivamente a profundizar conocimientos si propician una comprensión profunda de asuntos relevantes para la vida real y si se integran a programas de desarrollo socio-económico. Finalmente, para que aporten a la creación de conocimiento, las políticas educacionales deben apoyarse en bases profundas de conocimiento y dirigirse a la colaboración, creación y al compartir el conocimiento”, enfatizó Rianhard.
Un nuevo ecosistema educacional
Para quien actualmente tiene 18 años, el celular, la laptop, el MP3, el vídeo juego, el e-mail y los mensajes instantáneos son una parte “natural” de su vida. Especialistas señalan que
1) Los adolescentes de la actual era tecnológica son “nativos digitales” mientras que sus padres y maestros son “inmigrantes digitales” pues tuvieron que pasar de un mundo anterior, analógico, al actual, el digital.
2) La tecnología y los estudiantes tecnológicos llegaron para quedarse. Las escuelas pueden capitalizar esa afinidad de los jóvenes con la tecnología y estimularlos a aprender a partir de esa aptitud o pueden fallar en este punto.
Los estudiantes viven hoy en un mundo on demand y son tecnológicamente dependientes. Sumamente distinto a los mundos del siglo XIX y también del XX. Si en el siglo XIX de la industrialización, el ambiente educacional se basaba en la instrucción y en la disciplina, en el siglo XX de la era de la información, la educación comenzó a recibir una fuerte influencia de los medios de comunicación (primero la radio, después la TV, ambos apoyados en sistemas de broadcast, de fuertes características de control y centralización). El siglo XXI tiene como característica Internet y los conceptos de colaboración y construcción compartida del conocimiento, basados en sistemas descentralizados y estimuladores de la individualidad.
Esto ocasiona un impacto en el aprendizaje. Con computación 1:1 (uno a uno) y redes inalámbricas, los estudiantes tienen nuevos instrumentos para aprender. La tecnología trae los temas a la vida cotidiana, los alumnos pueden convertirse en los dueños del ambiente de aprendizaje y la enseñanza puede adquirir nuevos sentidos. Sin embargo, para que esto se concrete es necesario reformular todo el ambiente educacional: la escuela, los maestros, las políticas educacionales y las comunidades en torno a los establecimientos escolares.
“En OpenTec sabemos de estas necesidades y nuestras estrategias están dirigidas a conseguir una mejor educación y capacitación apoyadas en la tecnología. Nos da gusto saber que el Plan Nacional de Desarrollo, propuesto por el actual gobierno, tiene como prioridad atender los puntos que nosotros ya habíamos concebido como importantes para el desarrollo del país”, señaló Rianhard.
“En el tema de educación a distancia tenemos 10 años de retraso con respecto a Estados Unidos y 5, con respecto a Brasil – agregó el directivo –. Siendo México un país que se mide en ‘sexenios’, de no actuar ahora, tendremos dentro de pronto 12, 18, 24 o más años de retraso con respecto a otros países. Recientemente Edmund S. Phelps, premio Nobel de Economía 2006 destacó que la educación de la fuerza de trabajo facilita la difusión de nuevas tecnologías y el incremento de la productividad y permite a los países más pobres dar el salto necesario para no quedarse atrás de los más ricos. Lo que menciona el señor Phelps sólo confirma lo que estamos proponiendo: México no puede esperar más para contar con una mejor educación y una mejor tecnología”.