NIÑOS OBESOS HOY, HÍGADOS ENFERMOS MAÑANA
26 de febrero del 2011 | por Andrea Ramírez Riestra
“Los bebes gorditos son más bonitos”, esa es la filosofía de la gente, pero hoy en día México ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil. Datos del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, mencionan que de 1980 a la fecha esta epidemia registra una elevada tasa de crecimiento en ese segmento de la población, sobre todo entre la población escolar – de preescolar y primaria, entre los 5 y 11 años –, así como entre adolescentes.
Los índices de obesidad en México han aumentado de forma acelerada, de acuerdo con datos presentados en fechas recientes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tres de cada diez mexicanos padecen obesidad, mientras que en los niños es uno de cada tres.
En los últimos años se han hecho campañas para crear conciencia entre la población de las enfermedades que son causadas por la obesidad, como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer, pero poco se habla de los daños que la obesidad representa para el hígado, ese órgano tan noble y tan olvidado.
La obesidad puede llegar a provocar la enfermedad de hígado graso, padecimiento que se desarrolla lentamente y con frecuencia no presenta dolor. Si la enfermedad se trata de forma adecuada, desaparece sin dejar lesiones, pero si no es tratada a tiempo se pueden llegar a presentar otras enfermedades como la cirrosis.
Es muy probable que los niños que ahora son obesos en un futuro no muy lejano padezcan de hígado graso y por consecuencia cirrosis. Cuando la cirrosis no es atendida a tiempo o con sus debidos cuidados, se puede complicar y desarrollar una encefalopatía hepática, ésta se presenta cuando la función de los hepatocitos se altera; no detoxifican la sangre y las sustancias dañinas llegan al cerebro, pudiendo provocar desde alteraciones leves de conducta hasta el estado de coma.
Esta complicación de la cirrosis no se manifiesta de forma repentina; comienza con pequeñas pérdidas de las funciones mentales como destrezas laborales y capacidad para conducir, cambios en el sueño, cansancio, olvido, falta de concentración y agresividad, incluso puede provocar un tipo especial de temblor en las manos llamado asterixis.
Merz Pharma ha encontrado que la combinación de dos sustancias (L-ornitina y L-aspartato) es de gran utilidad para apoyar el trabajo de depuración que debe realizar el hígado en pacientes con encefalopatía hepática.
En adultos la prevalencia de obesidad y sobrepeso se ha triplicado, se detectó que el 39.5% de los hombres y mujeres tienen sobrepeso y 31.7% obesidad. Es decir, aproximadamente el 70% de la población adulta tiene una masa corporal inadecuada. Por lo que también en este sector de la población se incrementará la prevalencia de la enfermedad de hígado graso y con ella sus complicaciones.
La Secretaría de Salud ha implementado programas de alimentación sana y ejercicio para tratar de revertir el avance de la obesidad en niños y con ésto evitar que en un futuro presenten padecimientos como hígado graso, cirrosis y sus complicaciones como la encefalopatía hepática.