LIQUIDEZ, UNA PREOCUPACIÓN CONSTANTE PARA LOS PEQUEÑOS Y MEDIANOS EMPRESARIOS MEXICANOS

19 de noviembre del 2019 | por Claudio Kandel

Claudio Kandel, DISI

Cuando un emprendedor decide lanzarse a establecer una pequeña o mediana empresa, muchas veces no contempla lo difícil que puede ser. Al crear Pymes, los emprendedores tienen la capacidad de impulsar al país pero, al mismo tiempo, se encuentran con grandes retos al tomar ese riesgo.

Los desafíos comienzan cuando los empresarios se enfrentan a situaciones como la inestabilidad del mercado, construir un equipo y generar una cartera de clientes. Se dice que los primeros 14 y hasta 24 meses el emprendedor no verá retorno en su inversión.

Muchas veces para que las Pymes logren hacer una buena venta deben arriesgarse a otorgar crédito, que complicará su liquidez por lo menos durante treinta, sesenta, noventa días o más. Al mismo tiempo, necesitan seguir cubriendo los gastos de producción, sueldos y costos fijos de su negocio.

Sin flujo de efectivo, los empresarios no tienen cómo pagar a sus empleados y proveedores, creando deuda. El problema se agrava cuando las Pymes no pueden cubrir sus operaciones del día a día, lo cual pone en riesgo su continuidad. Esto significa que el ciclo operativo se detiene y no permite la reinversión.

Para que una Pyme supere este problema, tiene que hacer que su brecha de liquidez sea más corta; es decir, que las cuentas por cobrar sean lo más cercanas posible a las cuentas por pagar.

Lo más importante para las Pymes es generar efectivo, lo cual es diferente de generar utilidades. ¿Cómo esto es posible? Pongamos un ejemplo: vendemos nuestro producto a diez pesos y vamos a cobrar la venta en tres meses. Si lo que vendimos a diez pesos tiene costos y gastos de seis pesos y tenemos que pagarlos de inmediato, en utilidad contable ganamos cuatro pesos, pero en flujo de efectivo tenemos un déficit de seis pesos durante tres meses.

Este concepto es de suma importancia pues pretendemos que nuestra empresa no solo genere utilidades, sino también efectivo positivo; eso se traduce en tratar de negociar los ingresos lo más cerca posible en el tiempo y los costos y gastos lo más lejos posible en el tiempo.

Realizar una venta grande y tener un plazo de pago largo hace que la liquidez de la Pyme se vea comprometida, pues será necesario utilizar un financiamiento de emergencia que suele tener un costo muy alto. Es entonces cuando el empresario comienza tener pérdidas, a pesar de haber logrado una buena venta.

Una empresa que genera efectivo es una empresa líquida. Con liquidez puede operar, invertir, crecer y repartir rendimientos a sus inversionistas, entre otras cosas. Si una Pyme logra que su brecha de liquidez sea mínima y reinvierte sus utilidades, alcanzará el éxito.

Acerca del autor:

Claudio Kandel es CEO de DISI Operaciones. Claudio ha sido, también, director de productos financieros en Banco Azteca, director de riesgo de crédito y director de operaciones en HSBC, gerente de marca de «Western Union: Dinero en Minutos» en Elektra, entre otros. Cuenta con amplia experiencia en el sector financiero, tanto en México como en Estados Unidos, Luxemburgo, Rusia, Suiza, Israel, Guatemala, Panamá, Honduras, El Salvador, Colombia, Perú, Brasil y Argentina. Twitter: @CkMontefiore