LAS TASAS DE IMPUESTOS CORPORATIVOS MÁS BAJAS CONTINÚAN ENCONTRÁNDOSE EN PAÍSES DE LA UNIÓN EUROPEA
20 de julio del 2007 | por Rodolfo Serralde Solórzano
· La competencia fiscal internacional aún tiene mucho camino por recorrer.
Uno de los más importantes estudios de KPMG Internacional sobre tasas de impuestos corporativos reveló que las tasas de impuestos corporativos son las más bajas entre las economías desarrolladas y siguen encontrándose en los países de la Unión Europea.
En una revisión de las tasas de impuestos corporativos de 92 países al inicio del 2007, la tasa promedio en la Unión Europea fue del 24.2%, comparada con 27.8% en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), 28% en América Latina y 30.1% en la región Asia-Pacífico.
Este es el cuarto año en que las tasas europeas han estado por debajo de las que prevalecen en los países latinoamericanos y el sexto en que han sido inferiores a las de Asia-Pacífico. Además, han pasado 11 años desde que las tasas promedio de las naciones que pertenecen a la OCDE estuvieron por debajo de las que predominan en Europa.
No obstante, la encuesta de la firma multidisciplinaria de auditoría, impuestos y asesoría, KPMG, comprobó que los impuestos indirectos en Europa son los más altos del mundo. En los países de la Unión Europea, las tasas del Impuesto al Valor Agregado (IVA) o del Impuesto sobre Productos y Servicios (GST por sus siglas en inglés) promedian 19.5%, en comparación con 17.7% en los países miembros de la OCDE, 14.2% en América Latina y sólo 10.8% en Asia-Pacífico.
“Este es el primer año que hemos incluido a los impuestos indirectos a nuestra ya tradicional encuesta sobre tasas de impuestos corporativos a nivel internacional», expresó Loughlin Hickey, quien preside la práctica de impuestos a nivel mundial, «y las cifras parecen confirmar una tendencia a la alza en impuestos indirectos, para compensar las tasas de impuestos corporativos que reflejan una tendencia a la baja».
“Únicamente contamos con las cifras de impuestos indirectos de un año, por lo que es prematuro para que podamos decir categóricamente que existe una relación. Lo anterior coincide con lo que los gobiernos están diciendo acerca de las decisiones que están tomando”.
Los impuestos indirectos más altos del mundo, más del 25%, se encuentran en Dinamarca, Noruega y Suecia. Cada uno de estos países tiene una tasa de impuesto corporativo del 28%, lo que los coloca en el extremo superior de la escala.
No obstante, siguen estando detrás de países como los Estados Unidos de Norteamérica y Japón, cuyas tasas de impuesto corporativo de 40 y 40.7% respectivamente, son las más altas en economías desarrolladas. La tasa de impuesto indirecto más alta en Japón es del 5%, mientras que en Estados Unidos no se tiene un GST a nivel federal, sino que los estados imponen sus propios impuestos a las ventas a tasas distintas.
En los países de la OCDE, la tasa promedio de IVA ha permanecido estable en los últimos 6 años en aproximadamente 18%, mientras que la tasa promedio de impuesto corporativo ha descendido en más de un décimo, del 31.4% al 27.8%. Así que sin cambiar las tasas, el IVA e impuestos de este tipo son cada vez más importantes para los gobiernos de las naciones.
Esto parece ser una tendencia cautelosa, y algunos comentaristas se han preguntado por qué los gobiernos no se valen más de ingresos producidos por impuestos indirectos. Una respuesta es que, desde un punto de vista político, es más difícil poner en práctica un incremento en impuestos indirectos. La relación entre impuestos indirectos más altos y mayores precios es obvia a cualquiera que compre bienes y servicios, pero la relación entre tasas más bajas de impuestos corporativos y una mayor inversión hacia el interior, que se traduce en una mayor generación de empleos y desarrollo de infraestructura, no se comprende correctamente.
«Los gobiernos enfrentan una difícil labor para comunicar los beneficios que tiene adoptar una estrategia de un bajo impuesto corporativo,» indicó Hickey. “Puede ser que en el largo plazo le convenga a un país seguir este curso, pero a los electores se les debe convencer de los beneficios que tiene pagar hoy para tener una mejor economía el día de mañana”.
A escala mundial, la reducción en las tasas de impuestos corporativos del 2006 al 2007 ha sido apenas perceptible, del 27.2 al 26.8%. Esto es mucho menos que las reducciones que año con año se han dado en las décadas de los ochenta y noventa.
En México la tasa bajó del 29 al 28 %, una reducción del 1% que se ha reflejado desde hace tres años consecutivos. No obstante, algunos países han realizado importantes reducciones, como el caso de Turquía, donde la tasa bajó del 30 al 20% y de Bulgaria, donde la reducción fue del 5% para llegar a 10%. Asimismo, hay reducciones en proceso en países como Alemania, España, China y posiblemente en Francia, las cuales se reflejarán en futuras encuestas de KPMG.
“Puede resultar tentador afirmar que la competencia fiscal internacional ha obligado a que los impuestos corporativos, particularmente en Europa, cierren en su punto más bajo”, mencionó Hickey. “Pero mientras otras fuentes de ingreso siguen estando disponibles, la tasa titular de escaparate seguirá siendo importante para países que quieran atraer inversiones».
“Considero que la competencia internacional en relación con la tasa de impuestos corporativos aún tiene mucho camino que recorrer,” concluyó.