LAS CADENAS GLOBALES DE SUMINISTRO, EN CAMINO DE SUFRIR AMPLIOS TRASTORNOS POR TERREMOTO EN JAPÓN: MARSH
21 de marzo del 2011 | por Rodolfo Serralde Solórzano
Las organizaciones deben prepararse para la posibilidad de una interrupción prolongada a las cadenas mundiales de suministro como consecuencia del terremoto y el tsunami en Japón, alertó Marsh, líder mundial en corretaje de seguros y consultaría de riesgos.
Miles de empresas multinacionales que dependen de los fabricantes japoneses de productos y servicios, así como para las ventas, pueden esperar una significativa interrupción de la cadena mundial de suministro que puede durar hasta varios meses.
Gary Lynch, Director de la Cadena de Suministro Gestión de Riesgos de Marsh Risk Consulting, dijo: «Dado que las prioridades inmediatas en Japón probablemente sean sociales y no económicas, las repercusiones a las economías mundiales de este desastre pueden desarrollarse muy lentamente, y muchos de las consecuencias económicos están aún por verse. Una empresa multinacional cuya cadena de suministro podría verse afectada por la catástrofe debe comenzar ahora por el supuesto de que su negocio se ve seriamente perturbado por un período prolongado y debe desarrollar una estrategia de mitigación eficaz.»
En lugar de la destrucción física de las instalaciones de producción, la mayoría de las interrupciones de la cadena de suministro de esta catástrofe es probable que sean causadas por problemas relacionados con infraestructura, energía, servicios públicos, transporte, y las restricciones en la carretera / acceso al puerto.
El impacto inicial más importante será el de la alta tecnología, el acero y las industrias de automóviles rápidamente seguidos por aquellos que dependen de estas industrias, tales como dispositivos médicos, equipo de comunicaciones proveedores, concesionarios de automóviles, la energía solar, la construcción de barcos de la aviación y electrónica de consumo.
Sr. Lynch agregó: «Esta es otra llamada de atención para las empresas que aún no han fortalecido la capacidad de recuperación de sus cadenas de suministro globales. A pesar de las considerables pérdidas causadas por interrupciones en la cadena de suministro en sucesos pasados, muchas empresas que operan en el mercado mundial continúan gestionando el riesgo de interrupción de la cadena de suministro de manera ineficaz.
«Las empresas multinacionales necesitan un conocimiento profundo de su cadena de suministro, incluidos los mercados a los que venden, los proveedores de que dependen y las dependencias críticas que existen a lo largo de la cadena de suministro. La planificación eficaz a veces puede hacer la diferencia si una empresa sobrevive o no. »
Efectos en el Mercado de Seguros
De acuerdo a la Agencia Fitch Ratings, el terremoto en Japón será uno de los siniestros asegurados más grandes de la historia, aunque las pérdidas causadas por este terremoto podrán ser absorbidas por las industrias de seguros y reaseguros, sin causar problemas generalizados de insolvencia o de estrés financiero severo.
Debido a la magnitud y complejidad de los siniestros asegurados, tomará algún tiempo hasta que las compañías internacionales de modelos catastróficos y los ajustadores locales de pérdidas puedan realizar estimaciones exactas de los siniestros asegurados.
Las estimaciones preliminares de AIR Worldwide publicadas el 12 de marzo son de aproximadamente 100 mil millones de dólares en pérdidas económicas y de 15-35 mil millones de dólares en pérdidas de propiedades aseguradas. Las estimaciones no incluyen el impacto del tsunami que siguió, del aumento en la demanda o de los seguros de vida.
De acuerdo con Alejandro García, Gerente Técnico de Ingeniería de Marsh, “muchas ramas de seguro serán afectadas, incluyendo los seguros de incendio, inundación, marítimo, autos y de vida. Uno de los aspectos más difíciles de evaluar será el alcance de las pérdidas causadas por la interrupción en la actividad económica. Muchas fábricas electrónicas, productores automotrices y refinerías de petróleo han parado su producción, y las pérdidas aseguradas finales dependerán en parte de la velocidad con que los negocios podrán reiniciar sus actividades”.
Las fugas radioactivas de plantas de energía nuclear aumentan esta incertidumbre, aunque la Agencia Fitch señala que el daño a reactores nucleares y el daño nuclear en seguros de vivienda por lo general no son cubiertos.
Se piensa que los siniestros asegurados serán mucho más bajos que las pérdidas económicas debido a los siguientes factores atenuantes:
– El daño a las propiedades residenciales causadas por el terremoto es cubierto bajo el actual Sistema de Seguros de Terremoto respaldado por el gobierno japonés, en donde el estado asume hasta 52.6 mil millones de dólares de los siniestros residenciales causados por el terremoto.
– Las compañías de seguros generales en Japón han acumulado un monto sustancial en reservas para catástrofes residenciales durante los últimos años, llegando a un total de 6.4 mil millones de dólares, lo cual representa un 88.4% de sus potenciales obligaciones bajo este esquema.
– El seguro de terremoto es opcional dentro de las pólizas de seguros de vivienda y se estima que sólo un 14% al 17% de las viviendas japonesas se encuentran cubiertas por seguros de terremotos.
– Después del terremoto de Kobe en 1995, los siniestros asegurados alcanzaron 3.5 mil millones de dólares, aunque las pérdidas económicas fueron de casi 100 mil millones de dólares. El terremoto de Kobe aumentó la demanda por seguros en Japón, por lo cual la razón pérdidas aseguradas a pérdidas económicas debería ser más alta para el terremoto del 11 de marzo pasado.
– Por último, la Agencia Fitch anticipa que las pérdidas aseguradas del reciente terremoto de Japón serán retenidas en forma desproporcionada por las aseguradoras domésticas debido al rol activo del gobierno japonés en la cobertura de pérdidas residenciales por terremotos, y debido a que sólo los riesgos comerciales e industriales son cedidos directamente al mercado global de reaseguros. Esto contrasta con los recientes terremotos en Chile y Nueva Zelanda, donde las reaseguradoras globales asumieron la mayoría de las pérdidas.