LA TRANSICIÓN DE UNA VISIÓN DE NEGOCIOS GLOBAL A UN ENFOQUE “GLOCAL”
8 de abril del 2019 | por Alejandro José Phillips, VP para Latinoamérica de LLamasoft
En un mundo donde el cambio es la “nueva constante” y se navega en tiempos de continuas disrupciones económicas, políticas y geográficas, es clave que las distintas organizaciones que ofrecen productos y servicios a nivel mundial, realicen una adecuada transición de su visión global a un enfoque de negocios “glocal”, el cual les permitirá desarrollar más y mejores capacidades de cadena de suministro, modelar su demanda para indicadores macroeconómicos, aplicar el diseño como elemento diferenciador, así como implementar un Centro de Excelencia que permita identificar el papel de las variables del cambio y realizar una óptima toma de decisiones.
Anteriormente, cuando se utilizaba la palabra globalización en los ambientes de negocios, se hacía referencia a cómo los diferentes acontecimientos en otras partes del mundo (guerra, sequía, terremoto, huelga, cierre de una fábrica, entre otras situaciones) podían ejercer un impacto instantáneo en nuestro país o compañía. Lo que pase hoy puede impactar el mañana.
No obstante, en el nuevo mundo de los negocios, fue clave fusionar los términos local y global para explicar la importancia de «pensar globalmente y actuar localmente», por lo que glocal es un concepto claro, preciso y, sobre todo, muy entendible. La palabra glocal se usa para expandir globalmente ideas comerciales que no quieren perder sus raíces o su esencia, misma que se puede aplicar a las cadenas de suministro.
Según cifras de un reciente estudio de LLamasoft, el 66% de los tomadores de decisiones están dispuestos a cambiar su cadena de suministro para enfrentar el nacionalismo económico, término que describe las políticas económicas guiadas por la idea de proteger el consumo interno, el trabajo local y la formación de capital en el interior de una economía o mercado nacional, con el objetivo de eliminar su dependencia de otras naciones. Además, esto requiere la imposición de restricciones a los movimientos del trabajo, bienes o capital, como los aranceles.
Ante este panorama, los potenciales impactos del nacionalismo económico son el aumento del 50% en costos por cambios operacionales y 45% en costos por la necesidad de buscar proveedores alternativos.
Por ejemplo, actualmente México se enfrenta a una diversificación social que orilla a las empresas mexicanas o extranjeras que comercializan en el país a enfocarse a cómo afrontar el nacionalismo económico, mantenerse a flote y, en el mejor de los casos, incrementar sus expectativas financieras.
Para lograr esto, es clave un correcto diseño de la cadena de suministro, que navegue por encima de las aguas del nacionalismo económico y otros cambios como la Industria 4.0, el consumismo, la complejidad de los canales de venta, el entorno ominicanal, la convergencia entre el retail y los marketplaces, el tipo de cambio, los precios dinámicos y las promociones, así como nuevas tendencias de consumo.
Además, cabe destacar que existen fuerzas paralelas al creciente nacionalismo económico que llevan a las cadenas de suministro a cambiar rápidamente, entre las que se encuentran:
- Ascenso del consumidor moderno.
- El aumento de costos.
- Restricciones de capacidad logística.
- Aumento en la automatización.
- Incremento de la convergencia ciberfísica.
- Centrarse en la sostenibilidad.
En el futuro se vislumbran grandes oportunidades con tantos cambios, donde la cadena de suministro tomará su lugar como una gran diferenciación estratégica. La pregunta es: ¿hoy su cadena de suministro es un diferenciador?
Para lograrlo, será clave diseñar a la medida la cadena de suministro y la demanda del mercado. De acuerdo con el estudio de la consultora Gartner “A Guide to Achieving Demand-Planning Excellence”, 38% de las organizaciones identificaron la precisión de los pronósticos y la variabilidad de la demanda como un obstáculo clave para alcanzar las metas y objetivos de la cadena de suministro; mientras que el 70% de las compañías indicaron que estaban experimentando una variación de la demanda de moderada a alta, en comparación con el año anterior.
En este contexto, será importante integrar en la estrategia de cadena de suministro los pilares de diseño, planeación y ejecución para alcanzar los objetivos trazados. Esto permitirá que las empresas pasen de una mentalidad global a una «glocal», siendo los factores macroambientales los que impulsarán cambios significativos en la demanda y la oferta que conllevará tener mejores capacidades en un mundo cambiante, modelar la demanda con causas externas, aprovechar el diseño como un diferenciador con enfoque en el costo total de aterrizaje y el costo para apoyar las métricas, así como desarrollar el diseño como una competencia central a través de la capacidad de desarrollo de un Centro de Excelencia.
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