GASTROPATÍA POR ANTIINFLAMATORIOS
24 de enero del 2008 | por Martha Olavarrieta
Existen muchos padecimientos que por sus síntomas y características son muy dolorosos y, en general, los médicos incluyen en el tratamiento de esos padecimientos medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroideos (AINES), por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
En las últimas décadas su uso se ha incrementado considerablemente debido a la longevidad de la población actual. Los AINES tienen una serie de efectos secundarios que es necesario que la población conozca.
Aunque en México no se cuenta con datos que permitan apreciar el efecto nocivo de los AINES, algunos investigadores atribuyen el aumento en la frecuencia de úlcera gástrica en los últimos años, al uso de esos medicamentos, sobre todo en personas mayores de 65 años. Aunado a esto, hay que agregar que el nivel de automedicación en nuestro país es muy elevado.
El uso de estos productos puede poner en riesgo la vida de un paciente:
• De 10 a 20% de los pacientes que emplean AINEs padecen dispepsia
• En pacientes con artritis reumatoide bajo tratameinto con AINES por períodos prolongados, del 5 al 15% abandona su uso por dispepsia
• La mortalidad en pacientes hospitalizados por hemorragia gastrointestinal inducida por AINES es de 5 a 10%
En Estados Unidos el uso de estos medicamentos ha implicado más de 100 mil hospitalizaciones anualmente por efectos adversos, la mayoría debido a hemorragias gastrointestinales y daño renal.
La gastropatía asociada a los antiinflamatorios no esteroideos es un problema frecuente, costoso y que ocasiona una morbilidad y una mortalidad importantes. Más de la mitad de las personas que consumen AINES presentan síntomas sugerentes de afección del tubo digestivo.
Para el tratamiento de este tipo de problemas, se ha comprobado que la administración del esomeprazol es eficaz tanto en el tratamiento como en la prevención de dispepsia asociada al uso de AINES u otros medicamentos, denominados inhibidores selectivos de la COX-2, también muy usados en la actualidad.
En la práctica clínica se aconseja que, ante un paciente consumidor de antiinflamatorios no esteroideos con dispepsia, se valore si conviene retirar el fármaco, disminuir su dosis o sustituirlo por otro. Si persisten los síntomas o no se retira el medicamento, se debe tratar con medicinas como el esomeprazol. Recuerde la importancia de consultar a su médico.
Fuente: Manual de Enfermedad Ácido Péptica, 2007