ÉTICA EN LOS NEGOCIOS
2 de junio del 2007 | por Buzan Latin América
Los términos honradez, integridad y respeto se asocian con el carácter. Piense en las compañías con las que tenga relación. ¿Tienen los empleados un carácter fuerte?
Cuando un empleado demuestra ser honrado e íntegro, la compañía para la que trabaja adquiere una reputación de ser firme de carácter y ética. Pero, ¿qué es exactamente la ética y cómo puede saberse si se actúa éticamente?
En pocas palabras, la ética es la distinción entre el bien y el mal, lo correcto de lo incorrecto y lo justo de lo injusto. Uno de los principales debates en torno a la ética es si el bien y el mal están definidos por un estándar universal de comportamiento, normas culturales o experiencias personales.
La ética no es sólo cuestión de intuición. No debemos basarnos únicamente en la intuición para resolver cuestiones relativas al bien y al mal, a lo correcto y lo incorrecto o a lo justo y lo injusto. Aunque muchos creen que la ética es un asunto de conciencia, la perspectiva de la teoría ética es que necesitamos buenas razones (razones que podamos transmitir a otras personas) que apoyen nuestra decisión. A menudo, las decisiones éticas proporcionan más de una respuesta “correcta”.
Una definición común de la ética es “conducta (individual o colectiva) relacionada con un conjunto de valores establecidos”. Las compañías definen sus valores esenciales en declaraciones éticas escritas, que suelen denominarse credo, código de conducta o declaraciones de valores.
Considerar varias perspectivas y mantener la objetividad es la clave para tomar decisiones éticas. Una decisión ética se caracteriza por los siguientes rasgos:
1. Distingue lo que está “bien” de lo que está “mal”.
2. Hay buenas razones que apoyan la decisión final.
3. Se guía por los valores fundamentales establecidos.
Estos son los cuatro marcos clásicos que se deben considerar al tomar una decisión ética. No todos los marcos se tienen en cuenta en cada decisión, pero la mayoría de las situaciones se pueden juzgar desde al menos dos puntos de vista opuestos. Cuando conozca todos los marcos, sabrá cuándo aplicarlos.
A continuación se enumeran los cuatro marcos:
a) Basado en la justicia
b) Basado en las normas
c) Basado en resultados
d) Basado en virtudes
El uso de marcos favorece la creatividad en la solución de problemas.
Compare en la siguiente tabla las ventajas del uso de los marcos frente a la práctica común de guiarse solamente por la intuición. Cuando lea el texto piense en decisiones éticas que se le hayan presentado.
Marco 1: Los pensamientos basados en normas
El pensamiento basado en normas se centra en las reglas de comportamiento acordadas formalmente o aceptadas como principio general. El ejemplo más evidente son las leyes, pero también son importantes las normas culturales y las normas de etiqueta.
Marco 2. Pensamiento basado en resultados
A diferencia del sistema ético basado en normas, el pensamiento basado en resultados afirma que las acciones correctas son las que conducen al mejor resultado posible. En pocas palabras, la determinación del bien y el mal se realiza en función de la predicción de la acción que producirá el mejor resultado.
Marco 3. Pensamiento basado en la justicia.
El pensamiento basado en la justicia es uno de los cuatro marcos éticos estudiados en el primer paso del proceso de toma de decisiones éticas.
La justicia significa dar a cada persona “lo que se merece”, es decir, tratar a los iguales por igual y a los desiguales en forma distinta.
El modelo de retribución por productividad que utilizan muchas organizaciones deriva del pensamiento basado en la justicia, La retribución por productividad se basa en el concepto de que lo empleados que aportan contribuciones similares a la organización deben obtener recompensas similares.
En otras palabras, los trabajadores de igual productividad son tratados por igual, independientemente de su antigüedad, género, raza, edad, peso, orientación sexual, inclinación política o cualquier otro factor excepto la realización de su trabajo.
Marco 4. Pensamiento basado en virtudes
Este marco ético utiliza una serie de rasgos de carácter intrínsecamente “buenos” para guiar las elecciones éticas. Para los teóricos de las virtudes, como Aristóteles, la premisa subyacente a esta noción es que si cultivamos buenos rasgos de carácter, el buen comportamiento será la consecuencia.