EMISIÓN DE TARJETAS DE CRÉDITO VISA EN AMÉRICA LATINA, CRECIÓ 37 POR CIENTO
5 de agosto del 2007 | por Rodolfo Serralde Solórzano
Visa International Región América Latina y el Caribe (ALC) aumentó su volumen total de compras en punto de venta (PDV) en un 26 por ciento, alcanzando la cifra de US$ 116.3 mil millones, durante los cuatro trimestres que finalizaron el 31 de marzo de 2007. Visa atribuyó estos resultados principalmente al segmento de crédito, cuyo número de tarjetas aumentó un 37 por ciento con respecto al mismo período del año anterior, alcanzando la cantidad de 91.3 millones. Las compras con tarjetas de crédito Visa en PDV también crecieron un 26 por ciento a US$ 77.8 mil millones, mientras que el volumen de ventas en PDV con tarjetas de débito y prepago Visa aumentó un 25 por ciento con respecto al año anterior, alcanzando la cifra de US$ 38.5 mil millones.
“Hemos visto un crecimiento del 80 por ciento en el número de tarjetas de crédito Visa desde el 2005, particularmente en los segmentos de bajos recursos, como resultado de un mayor acceso a crédito y a productos especializados ofrecidos por parte de las instituciones financieras”, señaló Eduardo Eraña, Presidente de Visa International Región América Latina y el Caribe. “Esto es positivo para los consumidores, los comercios y para la economía en general”.
La penetración de los productos de crédito entre los clientes entry level o de menores recursos, clasificados por Visa como personas con ingresos mensuales de entre US$ 100 a US$ 500, ha sido un factor clave para el crecimiento del segmento de tarjetas de crédito durante este período en la región.
La estrategia de Visa para brindar financiamiento a estos consumidores se enfoca en apoyar a las instituciones financieras en la migración de actuales clientes de productos de débito al uso de crédito, y en incorporar a nuevos usuarios no bancarizados al sistema financiero. Además, se han implementado esfuerzos estratégicos a fin de incrementar la participación de los bancos en la emisión de tarjetas Visa de marcas compartidas, ya que se trata de uno de los primeros productos financieros que llegan a este segmento de la población.
Los consumidores de menores ingresos obtienen grandes beneficios de estas soluciones de crédito, especialmente por las ventajas que les ofrecen, tales como mayor flexibilidad financiera, bajas cuotas fijas de pago y extensión automática del crédito de hasta 100 por ciento para compras elevadas.
Las economías también se benefician ya que el mayor uso de los pagos electrónicos, a través de productos de débito, crédito y prepago, aumenta los depósitos bancarios, acelera el flujo de fondos y mejora la liquidez, estimulando así el crecimiento económico. De hecho, conforme a un estudio realizado por Visa, cada dólar que se deposita en un banco genera a su vez de 10 a 15 dólares más en crédito y en generación de valores económicos.
“Existe un área de oportunidad aún sin explorar para generar prosperidad económica y transformación social entre los millones de consumidores que se encuentran en la base de la pirámide. Visa está comprometida en transformar las necesidades financieras de la población de menores ingresos, en beneficios para todos los participantes de la industria de pagos”, agregó Eraña.