¿DE REGRESO A LA OFICINA? COMBATE EL SÍNDROME POSTVACACIONAL
18 de agosto del 2010 | por Trabajando.com
Queda un poco más de un mes para que se acabe el verano y a estas alturas, miles de trabajadores vuelven de sus vacaciones y deben retomar sus obligaciones cotidianas, dejando atrás un ansiado período de descanso. ¿Qué hacer para recobrar el ritmo luego de estar varios días desconectado de la oficina?
Si estás volviendo de unas merecidas vacaciones en las que te desconectaste por completo del trabajo, lo más probable es que hayas recobrado las energías y estés preparado física y mentalmente para comenzar un nuevo período laboral.
Sin embargo, si tu situación dista bastante de la recién mencionada y el volver al trabajo es para ti un calvario, puedes estar pasando por lo que los psicólogos denominan como síndrome postvacacional. En estos casos es necesario hacer una pausa antes de retomar las obligaciones y reflexionar si lo que estás haciendo te satisface o no, de lo contrario, deberías analizar otras alternativas de empleo.
Hay que considerar que si bien es cierto que los primeros días cuesta retomar el ritmo, y ponerse al día con lo que ocurrió en tu ausencia, lo recomendable es comenzar paulatinamente y sin estresarse para no perder lo avanzado en el período de descanso. Para ello, resulta esencial tener una buena organización antes de irse de vacaciones, no dejar agendadas reuniones ni tareas tediosas para tu vuelta. Recuerda que la adaptación debe ser progresiva.
Por otro lado, una buena medida para los que han salido fuera de la ciudad, es regresar algunos días antes y así volver al ritmo habitual, retomando las funciones cotidianas como ir de compras u ordenar la casa. Esto te permitirá adaptarte nuevamente a horarios y obligaciones de manera paulatina.
Los que se quedan en la oficina
Si decidiste tomarte las vacaciones al inicio del verano y ya te sientes agotado nuevamente por el calor, o simplemente no harás uso de ellas durante este período, entonces debes tener en cuenta que te verás enfrentado a una mayor carga laboral considerando que hay menos personal. Ante este escenario, la mejor alternativa es organizar y planificar con tiempo las tareas pendientes y las vacaciones con cada uno de los miembros de tu equipo.
También es recomendable que aquellos que no dejarán su trabajo, realicen actividades que los saquen de la rutina, para que sea posible cambiar de ambiente y dejar las presiones que afectan en el trabajo, actividad que idealmente, deberían extenderse a la mayor parte del año.
Por otro lado, los jefes deben procurar que no todos los trabajadores salgan al mismo tiempo, para no cargarle la tarea sólo a uno, así como también definir con anterioridad los trabajos que se realizarán durante este período, teniendo en cuenta las ausencias y la escasez de personal.
Son numerosas las medidas para evitar el desgaste temprano, sin embargo, lo más recomendable será evitar los períodos extensos sin tomar vacaciones, pues es esencial para la salud que el cuerpo se reponga y renueve energías. Esto se hace extensivo al volver al trabajo, más motivación y productividad son la prueba de ello.
“Si lo analizamos bien, tomar vacaciones se vuelve una actividad sana tanto para los empleados como para la empresa, un empleado feliz siempre trabajará mejor, dará su mejor esfuerzo y apartará ideas innovadoras, es por ello, que debemos fomentarlas”, recomienda Margarita Chico, Directora General de Trabajando.com México.
Chico agrega que “aunque para los que se quedan e incluso los que se van puede resultar desfavorable el periodo vacacional debido a la carga de trabajo que se puede presentar, es crucial la coordinación y organización de tareas. Hay quienes salen de vacaciones y sufren durante ellas por la cantidad de pendientes que tendrán a su regreso, a esas personas les sugiero que se relajen y procuren descansar para retomar con nuevos bríos sus actividades”.
Evidentemente volver al trabajo luego de unas merecidas vacaciones no es un escenario atractivo para nadie, pero es más simple si te organizas previamente y te tomas un tiempo para adaptarte al cambio y volver a la rutina.