COMERCIO JUSTO, ¿ES POSIBLE?
17 de agosto del 2015 | por Eduardo Nájera S.
El comercio justo se puede entender como una forma alternativa al comercio tradicional en la que los productores de la materia prima reciben una remuneración justa en relación al trabajo que han realizado, que les permita tener una vida digna y les de la oportunidad de hacer sostenible la producción que está a su cargo.
Lograr que el comercio justo sea posible puede sonar extremadamente costoso para los consumidores e imposible de lograr para los distribuidores de los productos en las grandes ciudades; pero la verdad es que no es así, muchas veces los productos que vienen de cadenas productivas justas pueden tener el mismo precio y mejor calidad que un producto tradicional con las mismas características.
Alberto Irezabal actualmente es el Director de Estrategia Institucional de Capeltic, una cadena de cafeterías enfocadas en el comercio justo. Él conoce perfectamente este tema ya que ha tenido la oportunidad de convivir en varias ocasiones con los productores indígenas en la sierra norte de Chiapas. Capeltic abrió su primera cafetería en el 2010 y hace unos meses se llevó a cabo la inauguración de la cuarta cafetería de la cadena. A pesar de que parece sencillo no ha sido un trabajo fácil, ya que el contacto con las comunidades indígenas Chiapanecas empezó hace más de 20 años, en 1992. Beto, como es conocido por sus amigos y equipo de trabajo, comentó en una entrevista: “Una empresa de economía social y solidaria, como la entendemos nosotros, busca maximizar el beneficio social a través de la rentabilidad. Es decir, dentro de la propia lógica de una empresa cómo la enfocamos al beneficio social y no solamente a la utilidad.”
Capeltic significa “nuestro café” en tseltal, lo que nos habla de la profunda integración que hay en todo el equipo de trabajo, desde los indígenas productores hasta los baristas, quienes preparan las tazas de café y entregan en la mano de los clientes.
Para poder tener una buena cadena productiva de comercio justo es necesario tener la menor cantidad de intermediarios posibles, ya que el precio al que vende el productor es inverso a la cantidad de intermediarios que hay en el proceso. En muchas ocasiones los productores forman cooperativas que venden los productos directamente al cliente final para evitar completamente a los intermediarios, tener mayor poder de negociación debido a que tienen más producto en conjunto y poder hacer mejoras a su comunidad, lo que implica tener la capacidad de ofrecer un producto de mucho mayor calidad por un precio similar.
El comercio justo es una gran forma de ayudar a tener una economía más equitativa, y lo único que tenemos que hacer es comprar productos que estén basados en una economía social y solidaria, ya sea en una tienda especializada de comercio justo o en cualquier tienda de autoservicio buscando este tipo de productos.
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