CLAVES PARA AFIANZAR EL COMPROMISO DE LOS TRABAJADORES Y EVITAR SU PARTIDA
28 de julio del 2018 | por Maribel Cano, Meta4
Uno de los activos más importantes de una empresa es su colaborador. Y la utilización del singular no es casualidad, es debido a que es necesario tratar a cada trabajador por separado. Los profesionales de una empresa no son un grupo homogéneo que puedan agruparse como si de un actor único se tratara. Es más, muchos de los errores a la hora de gestionar el apartado de recursos humanos provienen de la forma de focalizar el grupo humano de una empresa.
Los empleados son individuos independientes que, juntos, forman un reparto diverso que coordina acciones en beneficio de la compañía. Y saber gestionar este grupo con sus individualidades y diferencias, es tanto el mayor reto, como el mejor de los éxitos, incluso monetariamente hablando.
Una empresa requiere empleados comprometidos y entusiastas. Un empleado feliz no es necesariamente un empleado comprometido. Lo segundo es lo que hay que buscar con ahínco. Pero no se trata sólo de compromiso unidireccional, es decir, el del empleado para con la empresa, sino que la propia compañía debe también garantizarle esfuerzos por acercar posturas para que el hecho de que los trabajadores sigan en la empresa no sea tanto un golpe de suerte puntual, como el resultado de una forma de gestionar y coordinar las acciones y objetivos de esa empresa.
¿Y qué es lo que entendemos por una empresa comprometida con sus colaboradores? Principalmente, una firma que tenga en su eje central al propio trabajador, buscando desde su llegada una correcta integración y colabore en el cumplimiento de sus metas, tanto personales como profesionales, brindándole las herramientas adecuadas y dándole apoyo en sus decisiones para lograr sus objetivos que, si la empresa ha hecho las cosas bien, deberían coincidir en gran parte con los de la propia compañía.
Y es que una organización ha de ayudar a sus empleados en su desarrollo y, por supuesto, también ha de reconocer sus méritos en forma de logros o de feedback. Este tipo de acciones, así como el fomento de una cultura de reconocimiento, flexibilidad y una comunicación plana y accesible para cualquier persona en nómina, hacen que una empresa esté estrechamente comprometida con su gente.
En cuanto al empleado, éste ha de estar igualmente comprometido con la firma, con una visión y objetivos que concuerden con los de su compañía, y una actitud proactiva y alineada con esos planes. Un empleado comprometido asimila como propia la misión de la empresa y en la mayoría de los casos eso hace que no piense en abandonarla, porque al compartir metas, se siente identificado, útil y realizado trabajando en ella.
Por lo tanto, y resumiendo la línea de acciones a seguir tanto por el empleado como por la compañía, el compromiso sólo da sus frutos cuando es bidireccional y de mutuo beneficio. No se trata de que una de las partes gane más que la otra, sino de buscar un equilibrio que ayude a mejorar las condiciones de ambos lados. Y romper con alguno de los puntos antes mencionados, podría hacer desaparecer esa magia tan beneficiosa para los resultados de la empresa que es el mutuo compromiso en el entorno laboral.
Acerca del autor: Maribel Cano ocupa la posición de Latin America Marketing Manager en Meta4