BLEISURE: TENDENCIA IMPARABLE
19 de noviembre del 2017 | por Blanca Herrera, Directora de Marketing de Hoteles City Express
El turismo en México vive el mejor momento de su historia. Ya tenemos 35 millones de visitantes extranjeros a nuestros paraísos naturales, hermosas playas y ciudades coloniales. En 2017 alcanzamos la octava posición como potencia turística a nivel mundial, desplazando a Turquía, y se espera que pronto superemos a Alemania, para ocupar la séptima posición.
El turismo a nivel global también ha experimentado un crecimiento notable. En el primer semestre de 2017 los destinos del mundo recibieron 598 millones de turistas internacionales, un crecimiento de 6% contra el año anterior. En este contexto resulta relevante seguir presentar opciones innovadoras para los viajeros, de modo que este momentum no se pierda, sino que más bien se consolide.
México debe mantener su competitividad turística, que no dependa para crecer del aumento generalizado de las cifras internacionales de viajeros ni de la paridad peso-dólar, sino de opciones innovadoras que les podemos presentar a quienes nos visitan desde fuera, lo mismo que a los viajeros nacionales.
Una de las tendencias que se están consolidando en la actualidad, y que pueden ayudar a este objetivo es el bleisure, palabra que proviene de la combinación de los vocablos business y leisure: negocios y ocio, o trabajo y placer. Se trata, en pocas palabras, de que un ejecutivo aproveche un viaje digamos a Villahermosa, para quedarse un par de días adicionales por su cuenta y visitar Palenque.
Nueva sensibilidad
El bleisure es cada vez más utilizado y esto parte de una nueva idiosincrasia, que tiene que ver con el cambio generacional y con desechar parámetros laborales que ya no son bien valorados. Según diversos estudios sobre hábitos de viaje, en general la gente dedica la mayor parte de su vida al trabajo y por eso deja de tomar sus periodos vacacionales. En aras de manifestar un mal asumido compromiso con la compañía, se quedan en sus puestos incluso los días que deberían dedicar a actividades personales, aunque eso vaya en detrimento de su equilibrio de vida, e incluso de su propio desempeño en el trabajo. Pero las compañías ya se dieron cuenta de esto y están permitiendo que sus empleados extiendan sus viajes de trabajo para disfrutar de algunos días de descanso.
Según Booking.com, hoy en día el 49% de los viajeros de negocios prorrogan sus viajes para disfrutar un poco más del destino que visitan. Tres cuartas partes (75%) tienen pensado hacerlo igual o más durante 2017, y no creen que sea tiempo perdido ni un problema para sus carreras. Esto tiene que ver con la forma de pensar de los miembros de la generación millennial (que muy pronto conformarán el 50% de la fuerza laboral en el mundo), para quienes es más importante en la vida tener experiencias que acumular riquezas o bienes materiales.
A estos jóvenes, nacidos entre 1980 y el año 1995, les encanta viajar: el 30% de ellos llegaría a aceptar un trabajo con un sueldo menor si implicara realizar más desplazamientos de negocios. A la vez, los millennials son capaces de abandonar un empleo si se les presenta una oportunidad de hacer un viaje largo, pero si se les ofrece como incentivo combinar viajes de negocios con placer, tenderá a disminuir la deserción laboral.
Cadenas como Hoteles City Express, se adaptan a esta tendencia al ofrecer servicios que se adecuan a las nuevas necesidades del viajero de negocios o placer. La practicidad de sus hoteles que cuentan con ubicaciones estratégicas, cubren las necesidades básicas como conectividad y excelente costo-beneficio, lo que permite al viajero la mejor experiencia en el destino.
Workventure: un paso más allá
Con el bleisure, el empleado siente que sus anhelos de aventura, además de ser respetados, son impulsados, y por eso adquieren más los valores de su empresa. Es por esta razón que el bleisure ha evolucionado y ahora se habla del workventure, una versión que se dirige a los colaboradores que gustan de hacer deporte y actividades al aire libre. Se les insta a tomar unos días después del trabajo para explorar los destinos practicando hiking, camping, glamping, descenso de ríos, convivencias con los habitantes locales, etcétera.
Hoy ya no es bien visto que las compañías manden a sus ejecutivos a viajes recurrentes sin que medie descanso entre ellos. Tampoco son bien valorados los viajes de tan sólo unas horas en un destino, para dirigirse de inmediato al siguiente, o simplemente volver a la oficina.
El estudio Extending Business Travel into Leisure Time, llevado a cabo en 2017 por la Global Business Travel Association (GBTA), cita distintas formas en que los corporativos pueden promocionar este tipo de experiencias entre sus empleados, alineándolos con sus propios objetivos. Identifica algunos patrones, como que los viajeros bleisure extienden su viaje en promedio tres días y que el 44% de ellos va acompañado de alguien más a su viaje de negocios.
Incluso, en contextos como el actual, el bleisure puede ayudar a reactivar la economía después de eventos naturales como los que tuvimos en México. Para los viajeros, extender sus estancias es una forma de ayudar, impulsando los negocios locales.
Es una estrategia que han utilizado otros países para reactivar la economía en momentos de crisis, como lo hizo Japón después de la catástrofe de Fukushima, con la decisión de regalar boletos de avión a 10 mil turistas extranjeros para visitar el país, convirtiendo una situación crítica en una oportunidad para el turismo. La misma estrategia ha esbozado el secretario de Turismo mexicano, Enrique de la Madrid, al afirmar que “la mayor solidaridad” tras los sismos, es “que los turistas vengan a México”.
“Bueno para ti, bueno para tu carrera”
En el estudio de la GBTA también se descubrió que los viajeros de negocios que no habían practicado bleisure era porque no tenían tiempo o porque no les interesaba tanto la locación, más que por políticas anticuadas de sus empresas (éstas sólo representaron el 18% de las razones).
La revista Forbes, en su edición internacional, recientemente publicó un artículo titulado Bleisure: Good for You, Good for Your Career, en la que enfatiza que la imparable tendencia se ha popularizado gracias a que las empresas de la economía digital que están en la punta de la innovación, las implementaron.
Esta tendencia en realidad es un ganar-ganar para todas las partes involucradas, pues no sólo se benefician los ejecutivos y las empresas, también los negocios turísticos, rompiendo el círculo de la estacionalidad que los suelen preocupar. Por si fuera poco, la economía en su conjunto resulta favorecida.
Así que, para hacer que la conciencia del bleisure aumente, todos podemos poner una parte: las empresas pueden modernizarse, preocupándose por la calidad de vida de sus recursos humanos; las autoridades pueden difundir los beneficios para la economía de combinar negocios y placer; y las cadenas hoteleras pueden realizar atractivas promociones para combinar negocios y placer.
Combinar negocios con placer es una tendencia que llegó para quedarse, y que le dará un impulso aún mayor a nuestra pujante industria turística, que vive uno de los mejores momentos de su historia. Momento que debemos aprovechar al máximo, ayudándonos de la innovación.
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