ABUSO Y MALTRATO EN LA VEJEZ
15 de junio del 2015 | por Laura Serralde
15 de junio. Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.
A nivel mundial la población está envejeciendo. Para el año 2025 los mayores de 60 años serán alrededor de 1,200 millones, más del doble de los 542 millones de adultos mayores que había en 1995.
En tanto este segmento de la población aumenta, el problema del maltrato y abuso de los mayores se vuelve más preocupante y un problema a atender. Se estima que entre el 4% y el 6% de las personas mayores de todo el mundo han sufrido alguna forma de abuso y maltrato.
Es por eso que La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, para denunciar el abandono, abusos y violencia que se ejerce en contra de los ancianos y llamar a la reflexión y toma de conciencia de gobiernos, instituciones y sociedad.
El maltrato de las personas mayores es un problema social mundial que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo por lo que merece la atención de la comunidad internacional.
Maltrato en la vejez: asunto de familia
La ONU lo define como «un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza». Puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas. También puede ser el resultado de la negligencia, sea esta intencional o no.
Así, los adultos mayores pueden ser víctimas de negligencia, falta de cuidados médicos, alimentación insuficiente o inadecuada, abuso de confianza, despojo de propiedades, confinamiento, falta de acceso a información, violencia psicológica y física y hasta abuso sexual. Vergonzosamente, la mayoría de estos abusos son cometidos por familiares directos: hijos, sobrinos, nietos, etc.
En muchas partes del mundo el maltrato de los ancianos pasa casi inadvertido. Hasta hace poco, este grave problema social se ocultaba a la vista del público y se consideraba como un asunto esencialmente privado. Sin embargo, cada día hay más indicios de que el maltrato de los ancianos es un importante problema de salud pública y de la sociedad.
El problema existe en los países en desarrollo y desarrollados y por lo general no se notifica en grado suficiente en todo el mundo. Tan solo en unos pocos países desarrollados hay tasas de prevalencia o estimaciones, que se sitúan entre un 1% y un 10%.
¿Por qué no se detecta? Porque en la gran mayoría de los casos las personas mayores son víctimas de su propia familia a la que no quieren denunciar. Porque los ancianos muchas veces son dependientes de sus agresores para movilizarse y tener cualquier contacto con alguna institución.
Las sociedades y los gobiernos deben trabajar en desarrollar mecanismos de vigilancia y denuncia para detectar posibles abusos de este sector tan vulnerable y tan invisible, pues si los sectores de atención primaria de salud y servicios sociales no están bien dotados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando semioculto.
Sin embargo, también es necesario llamar a la reflexión y al cambio de conciencia social. La actitud de una sociedad hacia sus ancianos nos habla de su calidad moral y de su aproximación a conceptos éticos básicos como el respeto al otro, la empatía, la solidaridad y la gratitud.