CIUDADES INTELIGENTES, CIUDADES SEGURAS
15 de agosto del 2019 | por Top Management
Las personas están mudándose a las ciudades. ¡Para 2030, 41 megaciudades en todo el mundo serán habitadas por un total de 410 millones de ciudadanos! Los planificadores urbanos, los gobiernos municipales y las empresas que reciben con beneplácito esta afluencia deben tomar decisiones importantes sobre seguridad y protección. Las ciudades seguras atraen negocios, fomentan la innovación y brindan innumerables oportunidades. Al trabajar en colaboración, los sectores público y privado pueden contribuir al éxito de estas grandes ciudades y de sus habitantes.
El caso de la Ciudad de México es un claro ejemplo del crecimiento de una ciudad. Este tuvo su mayor auge en la década de los años 70, cuando ocurre un proceso de migración rural; y poco a poco se ha ido elevando hasta sobrepasar los 20 millones de habitantes, colocándose como la quinta mega urbe más poblada del mundo, lo que demanda mayor colaboración para la seguridad de los ciudadanos.
Ante los retos que imponen las grandes ciudades, surgen interrogantes sobre ¿cómo construir y gestionar ciudades para que todo y todos fluyan sin problemas hoy y en el futuro? y ¿cómo garantizar que las ciudades continúen teniendo éxito a medida que crecen? Después de todo, una ciudad que funciona es una ciudad en la que quieres estar.
Un indicador clave del éxito de una ciudad es la capacidad de recuperación que tiene después de un incidente, evento no planificado o emergencia, pues esto hace que sus habitantes se sientan seguros y permite que las empresas continúen prosperando. Dado que las ciudades son vistas como centros de comercio y ocio, los niveles elevados de delincuencia y el miedo que genera ésta, pueden cuestionar la naturaleza misma de la vida urbana.
El desafío es, entonces, ¿cómo implementar sistemas que mantengan a las ciudades seguras mientras crecen, su población aumenta y la tecnología avanza? ¿Cómo asegurar que las ciudades continúen siendo resilientes, incluso a medida que cambia su composición?
Comunicación abierta y conexión
Cada vez más, la capacidad de recuperación de las ciudades depende de la comunicación abierta y la conexión entre una amplia variedad de sistemas y organizaciones. Atrás quedaron los días en que la seguridad era responsabilidad exclusiva de la policía. Las empresas, el control de tráfico, las obras públicas, las escuelas, los hospitales, etc., tienen un papel importante y pueden agregar aportes significativos en cualquier plan de respuesta ante emergencias.
En 1985, la Ciudad de México vivió un terremoto que duró poco más de dos minutos a una escala de 8.1 grados Richter. Fue tal la intensidad, que demolió 1,200 edificios sobre todo en la zona central y poco más de 5,700 quedaron afectados. La infraestructura de la ciudad se colapsó, líneas de abastecimiento de agua, gas, teléfono, electricidad quedaron interrumpidas y miles de calles se fracturaron. Luego, 32 años después, otro terremoto sacudió la capital y varios estados cercanos, dejando decenas de edificios en escombros.
Sin embargo, en muchas ciudades, y por una variedad de razones, hay poca colaboración entre dependencias y sectores involucrados. Los empresarios, los planificadores de la ciudad, las autoridades encargadas de la infraestructura, los departamentos de bomberos y las corporaciones policiales pueden terminar trabajando en silos, lo que ocasiona fallas en la comunicación, pérdida de oportunidades y fallas en la seguridad de la ciudad. Esto se agudiza durante una emergencia cuando los silos se convierten en puntos ciegos y la falta de cooperación crea oportunidades para incentivar la delincuencia, haciendo que una ciudad y su población sean más vulnerables.
Colaboración para ciudades más seguras
Cuando se rompen estos silos y se comparte información pueden suceder grandes cosas, como reducir la tasa de criminalidad conectando videos HD de estaciones de servicio y tiendas de conveniencia con el centro de control y emergencias de la policía. Este movimiento aparentemente sencillo tiene el beneficio de aumentar la seguridad pública al tiempo que ayuda a las empresas locales a seguir creciendo. Como resultado, una ciudad resiliente que adopta estas nuevas tecnologías puede generar comunidades más fuertes y seguras.
“Cuando se comparte tecnología, recursos e información, las ciudades pueden mejorar significativamente la forma en que enfrentan los desafíos y resuelven problemas, haciendo posible un ‘día a día’ ordinario a través de tecnologías y colaboración extraordinarias”, afirmó Lizeth Chapital, Gerente de Desarrollo de Negocios de Gobierno de Genetec– proveedor global en soluciones de seguridad que desarrolla software de plataforma abierta, hardware y servicios basados en la Nube.
El papel de la tecnología
Los avances en la tecnología IP han traído una mejor videovigilancia, control de acceso, reconocimiento automático de matrículas (ALPR) y análisis de datos cada vez más potentes para una mejor toma de decisiones. Estos elementos pueden trabajar juntos para brindar seguridad física que ayude a las ciudades a proteger las áreas urbanas.
La tecnología de empresas como Genetec proporciona a los profesionales de seguridad y a las fuerzas del orden público una mayor conciencia situacional. Cuando se trata de garantizar la seguridad pública y mantener un entorno seguro, tener una imagen completa puede marcar la diferencia. “Las ciudades necesitan una solución que permita a las organizaciones trabajar estrechamente con las fuerzas del orden público para desarrollar un plan de respuesta a emergencias en el que las transmisiones de video vigilancia y otros datos de los sensores IP se puedan correlacionar, analizar y compartir rápidamente”, señaló Lizeth Chapital.
Las soluciones integrales de seguridad unificada ofrecen a las ciudades las herramientas para mejorar la seguridad pública. Y si se elige un proveedor que ofrezca lo último en tecnología, esta solución hará que la ciudad sea no solo segura sino inteligente. “Una plataforma de seguridad integral que combina videovigilancia, control de acceso, ALPR, comunicaciones, intrusión y análisis, permite a las ciudades trabajar de manera más inteligente al estar mejor preparados para atender emergencias, tener una mayor conciencia de la situación y una mayor eficiencia operativa para responder con oportunidad”, comentó la ejecutiva de Genetec.
México se ubica como el país latinoamericano con más ciudades con características smart. La Ciudad de México y Monterrey son las entidades más avanzadas en la implementación de nuevas tecnologías. Y es que la CDMX cumple con varias características para considerarse una ciudad inteligente, tales como el uso de tecnologías para facilitar la movilidad, el uso de un sistema de bicicletas compartidas para aminorar el tráfico, además de ser la entidad que más promueve la creación de edificios inteligentes.
Los sistemas de tráfico combinados con las soluciones de videovigilancia y respuesta a incidentes pueden ayudar a la policía a identificar incidentes, comunicar desvíos y coordinar respuestas más rápido, lo que resulta en un mejor flujo de tráfico y ciudadanos más felices.
“La tecnología en los sistemas de seguridad física también brinda la oportunidad de colaborar en investigaciones, lo que ayuda a las fuerzas del orden público. Al usar una plataforma de seguridad centrada en la ciudad, la policía puede reunir y tener acceso a evidencia digital de una variedad de fuentes y almacenarla, administrarla, revisarla y compartirla fácilmente desde una sola aplicación”, agrega Lizeth Chapital.
La incorporación de una solución de seguridad inteligente que derriba los muros y comparte información libremente (solo con aquellos aprobados para tener dicho acceso, por supuesto) proporciona una coordinación de respuesta integral que literalmente puede salvar vidas. Una estrategia efectiva de seguridad pública requiere más colaboración y conectividad entre agencias, ciudades y el sector privado. El uso de componentes de seguridad física que incluyen videovigilancia, ALPR y control de acceso que recopilan y consolidan datos de una multitud de sensores puede proporcionar una vista dinámica y unificada a los despachadores y al personal de respuesta de emergencia para que puedan tomar decisiones basadas en el conocimiento durante una misión.