LA REPUTACIÓN EN PLENA ERA DE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL

26 de diciembre del 2016 | por Rafael Gárate

Rafael Gárate

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Para abarcar el mercado, debemos conocer y entender cada uno de nuestros nichos

Hoy, la #reputación personal debe ser tratada como una empresa, mientras que las compañías deben tratar a sus marcas como si fueran personas. En esta época de transformación digital, la reputación es el reflejo del prestigio o la estima que ha logrado una marca, persona u organización en el mundo digital.

En México hay casi 5 millones de empresas, y se crean 400,000 nuevas al año. ¿Dónde se encuentra tu empresa en ese ecosistema tan vivo y diverso? ¿Cómo se encuentra la reputación de tu marca actualmente? Y finalmente, el punto más importante, ¿qué opinión tienen los demás de ella?

En distintas industrias como lo son los Servicios Financieros; los Seguros; el Consumo & Retail; el Sector Público; o las Telecomunicaciones, que viven de vender el mismo producto varias veces a la misma persona, se debe aprovechar la tecnología para aumentar el conocimiento que la opinión pública tiene sobre una compañía, asesorar al consumidor de manera personal para  establecer una relación entre el cliente y la empresa, logrando convertir al primero en un amigo de la marca.

La #tecnología nos está cambiando a pasos agigantados, nos está exponiendo y está exhibiendo nuestras virtudes y defectos al mismo tiempo.

Hoy comienzan a destacar en el mapa las empresas que están adaptándose mejor a estos cambios, y precisamente en México se abre una oportunidad importante para las compañías que buscan mejorar sus procesos, su rendimiento y atención al cliente. Un amigo de la marca o ”Brand Lover” es el primer influencer que defenderá sus servicios o su producto frente a la vulnerabilidad pública a la cual está expuesta hoy en el mundo digital. De ahí que su cercanía con sus seguidores a través de su sitio, redes y blogs sea primordial.

Ninguna empresa se puede dar el lujo de no estar en la web, y hacerlo a medias o mal va en detrimento de su reputación, por lo que debe tomar las siguientes acciones mínimas para que cualquier persona la pueda encontrar y que eso se pueda monetizar.

  1. Tratar de que su sitio web, redes y contactos tengan el mismo nombre, de ser posible el de su marca o empresa.
  2. Ser consistente en su mensaje en cada una de las plataformas.
  3. Tener constancia en su comunicación: no se puede “postear de vez en cuando”; es necesario tener una estrategia y plan.
  4. Profesionalizar a su community manager: no puede dejar en manos de un trainee o del “chavito” de la oficina la responsabilidad de manejar su reputación digital.
  5. No vender: es muy desagradable para los seguidores leer mensajes en los que una marca asegura ser la mejor, en cambio, es mejor provocar su interés con contenido inteligente que terceras personas recomienden, y así, que sean otros quienes hablen bien del producto.
  6. Hablar de hechos y no de supuestos: compartir casos de éxito siempre y cuando sean veraces, puntuales y no se caiga en exageraciones.
  7. Ahorrar palabras y compartir imágenes, videos y frases que se queden en la mente de sus seguidores.

Las redes sociales son un riesgo, pero al mismo tiempo, significan la mejor oportunidad para que con inversiones accesibles las pequeñas y medianas empresas puedan competir con las grandes marcas que cuentan con grandes presupuestos. La buena reputación no se crea en un día, por eso se debe empezar ya.

 

Acerca del autor: Rafael Gárate es conferencista y navegante del mundo digital, periodista con formación en análisis político y financiero. Publirrelacionista con más de 15 años de experiencia asesorando a empresas en la gestión de reputación y comunicación corporativa. www.rafagarate.com / Twitter: @rafagarate

Ligas de interés:

www.elpoderdeuntweet.com

 

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