LA REVOLUCIÓN BANCARIA DEL TELÉFONO INTELIGENTE: LOS LÍDERES DE LA MANADA
13 de octubre del 2015 | por Julian Wellesley
Para el año 2020 se espera que el 70 % de la población mundial posea un teléfono inteligente. Solo el año pasado, se vendieron 1200 millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo. Los usuarios cada vez dependen más de sus teléfonos inteligentes para desempeñar ciertas actividades diarias, incluidas las transacciones bancarias. A medida que los bancos minoristas responden a este cambio hacia la dependencia del móvil, los ganadores y perdedores están emergiendo rápidamente en Internet y en el espacio bancario basado en las aplicaciones.
¿Quiénes son los ganadores?
- Los primeros adoptantes
Los primeros bancos que invirtieron en banca por Internet y a través de los teléfonos inteligentes son ahora los líderes de la manada. Suelen ser los bancos más grandes y rentables, los que pueden permitirse invertir en tecnología de alta calidad, tanto para sus sistemas bancarios centrales como para los nuevos productos. Por ejemplo, Bank of America y Wells Fargo tienen cada uno más de 16 millones de clientes que usan activamente servicios bancarios con sus teléfonos inteligentes.
Para aquellos bancos con visión de futuro que adoptaron rápidamente esta tendencia, el acceso a las cuentas a través del teléfono inteligente ha superado al acceso mediante el ordenador personal. Estos primeros adoptantes se benefician actualmente de menores costes, de un aumento de la fidelidad de los clientes y de una creciente cuota de mercado. Los clientes de banca a través del teléfono inteligente suelen ser jóvenes, con estudios, y tienden a interactuar con su banco con frecuencia a través de su dispositivo móvil.
- Bancos escandinavos
Los países escandinavos cuentan con algunos de los niveles de penetración de teléfonos inteligentes más altos del mundo, lo que los posiciona también a la vanguardia de la banca digital.
Los bancos escandinavos son capaces de disminuir considerablemente los gastos globales y las operaciones en general mientas los clientes realizan transacciones clave a través de la interfaz móvil. En Noruega, el DNB Group afirma que el 42 % de su tráfico de clientes proviene de la banca móvil, mientras que solo el 1 % de las transacciones se completan en una sucursal.
Los clientes a través del móvil interactúan con su banco con mucha más frecuencia. Los clientes de Swedbank acceden al banco a través del móvil 24 veces al mes de media, en comparación con las 9 veces al mes en las que acceden al banco a través de Internet. Este comportamiento de los clientes permite a los bancos reducir las redes de sus sucursales y sacar el mayor partido de las sucursales que no ofrecen dinero en efectivo.
- Bancos que aprovechan las posibilidades de la acumulación masiva de datos
También estamos viendo señales de que algunos de los bancos más grandes del mundo, como el BBVA, el CBA, Lloyds y Wells Fargo, están comenzando a utilizar la acumulación masiva de datos para realizar ofertas a los clientes basadas en aplicaciones y proporcionar servicios que aumenten la fidelidad del cliente.
Por ejemplo, si un cliente realiza un pago relacionado con un coche usando una aplicación bancaria, esto puede hacer que el banco envíe inmediatamente un mensaje de texto ofreciendo seguros de coche con tan solo hacer clic en un botón. Algunos bancos están desarrollando el equivalente financiero de las aplicaciones de fitness más conocidas que hacen un seguimiento de los patrones de gasto y ahorro mensuales para mostrar a los clientes su “salud financiera”.
Los retos de los bancos más pequeños
Los perdedores en esta categoría tienden a ser los bancos más pequeños con los sistemas tecnológicos más débiles y subdesarrollados. El mayor desafío para estos rezagados no es el aspecto y la funcionalidad de una aplicación, ambos relativamente fáciles de copiar, sino la calidad del sistema operativo central del banco. Por lo general es más fácil actualizar que reemplazar el sistema operativo de un banco.
Como resultado, es probable que los bancos que han sido más lentos en reemplazar los principales sistemas de tecnología que tenían obsoletos en la última década ahora tengan dificultades para encontrar soluciones que funcionen bien con los servicios a través del móvil y por Internet.
Acerca del autor: Julian Wellesley, analista senior de Renta variable de Loomis Sayles and Company.
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