¿PUEDO LLORAR Y ENOJARME EN EL TRABAJO?
25 de septiembre del 2015 | por Top Management
Las tensiones de la vida moderna, la constante competencia, el perfeccionamiento laboral, las exigencias económicas, entre otras, son situaciones que pueden alterar el estado emocional de los individuos. Este desequilibrio, puede afectar no sólo la vida personal, sino también el trabajo y al desarrollo profesional.
El portal de empleo Trabajando.com señala que cuando se trata de llorar en la oficina, la suposición por defecto es: ¡Nunca lo hagas! Porque, si eres hombre, hará que la gente piense que eres débil, y si eres mujer, demasiado emocional. Pero esto más que nada, perjudicará tu imagen, ya que aunque muchas empresas digan que “somos humanos”, la realidad es que buscarán a personas emocionalmente sanas y con capacidad de autocontrol.
“Las emociones no son realmente permitidas en las empresas estadounidenses”, dijo la ex-ejecutiva de Recursos Humanos Cynthia Shapiro, autora del libro Corporate Confidential.
Por otro lado, según psiquiatras y psicólogos, la ira es una emoción humana que todos en algún momento han experimentado; es una reacción frente a una situación amenazante.
No hay duda que sacar estas emociones en el trabajo puede truncar el éxito profesional. En las empresas la capacidad de autocontrol es fundamental para las buenas relaciones y el ambiente laboral, ya que cuando los ambientes no son favorables, los resultados y la productividad se ven afectados directamente.
Expertos en psicología señalan que es importante no dejar que las emociones sean encapsuladas, suprimidas o prohibidas en las organizaciones. Ya que este es el principal motivo de los arranques de ira o crisis de pánico. Tampoco se trata de dar cabida a estallidos poco o nada justificados, sino que prever estas situaciones creando espacios donde las personas manifiesten sus quejas y no esperar que se sobrepasen.
Generalmente esto no se da por un hecho puntual, sino por acumulamiento de situaciones que le disgustan. Por eso, lo ideal es que las personas tengan confianza con sus jefes, o bien con sus compañeros y puedan expresar lo que sienten. Las empresas deben crear espacios donde todos sean escuchados. Reuniones, actividades no laborales y hasta en algún receso se pueden dar momentos para discutir un tema.
Si buscas la inspiración, la emoción y el entusiasmo de un empleado, por definición entonces, quieres a alguien que sea emocional y todo lo que ello implica, según Whitehurst, que acaba de escribir The Open Organization: IgnitingPassion and Performance.
Algunos defienden esta tesis y señalan que las lágrimas pueden ser un indicador de que alguien está totalmente interesado en su trabajo. “Alguien que no está comprometido nunca llorará en el trabajo. Alguien que sí, entrará en la zona roja en algún momento”, dijo la psicóloga organizacional Liane Davey.
Las lágrimas, para algunas empresas, son datos emocionales. Son una señal de que algo realmente importante está pasando.
Suena contradictorio que las empresas exijan trabajadores inspirados, apasionados, entusiastas, entre otras, ya que por definición, la empresa está exigiendo a alguien que sea emocional y todo lo que ello implica, según Whitehurst.
Margarita Chico, Directora General de Trabajando.com México, señala que “hay que poner atención cuando esta reacción se repite constantemente en una persona, ya que pueden ser señales de estados de ansiedad, agotamiento, depresión, trastornos de conducta o incluso demencia.
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