BACK TO BASICS: ANALISIS FUNDAMENTAL

2 de junio del 2015 | por Antonio Cabrera

Hablando de inversiones,  cuando ha decidido comprar una acción con fines especulativos o patrimoniales, ¿lo ha hecho consciente del riesgo implícito en una inversión de renta variable, donde ni el rendimiento ni el plazo está predeterminado? ¿o atendió confiadamente la recomendación de su asesor bursátil a la espera de buenos resultados?

Además de la planeación y estrategia que conlleva una decisión de este tipo, como es el decidir qué porcentaje representará esta inversión de su cartera total, el plazo de inversión de la misma, el rendimiento objetivo y el stop loss o alto a las perdidas, en caso de que las cosas no salgan como se espera, debemos darnos un respiro y preguntarnos si conocemos de manera precisa lo que estamos adquiriendo. Créanme,  esto no sucede con regularidad.

Cuando le sugieren comprar una acción los profesionales se basan en dos herramientas clásicas de análisis y de gestión de valores: el análisis técnico y/o el análisis fundamental.

El primero, que consiste en la interpretación de gráficas, pretende predecir el precio de la acción a través del comportamiento de los precios históricos de la misma; estrictamente no es necesario saber de qué es la gráfica para predecir una tendencia. En tanto que el análisis fundamental valora una acción a partir del estudio pormenorizado de la misma empresa, y determina si está sub o sobrevaluada respecto al precio del mercado y en cuyo caso se recomendará la compra o venta del instrumento.

¿Qué técnica es mejor? Sólo puedo hablar desde mi experiencia. Vi perder fortunas que habían basado su estrategia de inversión únicamente en el análisis técnico, así como grandes y espectaculares rachas usando solo este recurso; que después vi mermar cuando la tendencia cambio de dirección.

Las recomendaciones de inversión respaldadas con un riguroso análisis de los fundamentales de la empresa dieron mejores frutos. Quizá no tan espectaculares en un periodo corto, pero fueron consistentes en el mediano y largo plazo. El análisis fundamental nos permite conocer las variables macroeconómicas que inciden directa o indirectamente en la compañía, estudiar el sector en el que se desenvuelve y analizar los estados financieros, los múltiplos bursátiles y todo para hacer una valuación de la empresa.

El análisis fundamental no es infalible. También basa sus pronósticos de resultados en estimaciones sobre datos históricos y en la poca previsible evolución en el tiempo de la realidad empresarial, y qué decir de la subjetividad y experiencia de cada analista al momento de hacer su trabajo, o a la escasa o fiable información sobre una empresa o sector en particular.

Basar las recomendaciones únicamente en el análisis técnico es como conducir un camión de pasajeros sin saber mecánica. Efectivamente, no es una condición necesaria saber lo segundo para hacer lo primero. Pero qué mejor que contar con un conductor profesional que conozca ambas disciplinas para confiarle nuestra seguridad. En nuestro caso el conductor será nuestro asesor bursátil y la integridad física nuestro patrimonio.

¿Y las expectativas?

El precio de las acciones en el mercado de valores está determinado por la oferta y la demanda, que a su vez está influenciada por factores de índole racional y otros no tanto. El precio incluye la información fundamental y otros factores como ideas y expectativas sobre el futuro de miles de inversionistas que quieren comprar y vender a la vez. Los que compran lo hacen porque esperan que suba en el futuro y los que venden esperan que el precio se estanque o baje. Valga recordar que si algo no sabemos es precisamente lo que va a pasar en el futuro. Bajo esta dinámica el valor de los títulos reflejará lo que la masa de inversionistas piensa que valen dichos instrumentos: a unos los motivará la confianza y el optimismo y a otros el miedo y el pesimismo. De ahí la necesidad de adentrarse en el conocimiento y estudio de la información a nuestro alcance.

El qué y el cuándo

Si es precisamente el futuro lo que no conocemos, lo apropiado es recurrir a la mayor información digerida posible y a partir de ahí tomar una decisión de inversión. En qué invertir, me lo indicará el análisis fundamental, y el momento adecuado, considerando las condiciones del mercado (tendencia, volatilidad, y otros indicadores), que me lo sugiera el analista técnico, trátese del tipo de inversión que se haga, especulativa o patrimonial.

Por último quiero comentar que la autoridad en México, a través de sus órganos reguladores, ha incentivado a los intermediarios financieros a elevar el nivel profesional de sus empleados, así mismo, ha establecido nuevas reglas en cuanto a las recomendaciones que éstos dan a sus clientes. Cuando le recomienden comprar o vender una acción amigo inversionista, será su prerrogativa solicitar a su asesor información sobre los fundamentos que motivan dicha propuesta. Sin duda atenderá su petición y resolverá sus dudas.

Acerca del autor:

Antonio Cabrera es asesor financiero profesional con más de 20 años de experiencia en áreas de análisis y promoción bursátil (Operadora de Bolsa, HSBC Private Bank). Es licenciado en economía por la UNAM y tiene una Maestría en Finanzas por la Universidad del Valle de México.

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  1. jon andoni aedo a.

    Me parecio un buen articulo