ESTRÉS LABORAL, ¿VIVES PARA TRABAJAR?
23 de mayo del 2015 | por Martha Olavarrieta
El estrés laboral es un fenómeno cada vez más frecuente y que está aumentando en nuestra sociedad, principalmente por las altas demandas y exigencias de los trabajos. Esta situación no sólo afecta en el rendimiento laboral, sino que trae consigo consecuencias negativas a diferentes ámbitos, ya sea familiares, sociales, pero por sobre todo trastornos físicos.
En palabras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés laboral es una “enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo; perjudicando directamente la producción, al afectar la salud física y mental de los trabajadores”
El estrés aparece cuando las exigencias del entorno superan la capacidad del individuo para hacerlas frente o mantenerlas bajo control, es ahí cuando éste entra en un estado de tensión física y psicológica que se relaciona con una multitud de problemas para el trabajador y para la organización en la que desempeña su labor.
En una encuesta europea, llevada a cabo por EU-OSHA (Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo), las causas de estrés laboral más mencionadas fueron la reorganización del trabajo o la precariedad laboral (72 % de los encuestados), las largas jornadas laborales o una excesiva carga de trabajo (66 %) y sentirse intimidado o acosado en el trabajo (59 %).
El estrés es una respuesta fisiológica natural del ser humano que actúa como mecanismo de defensa para hacer frente a situaciones tensas y que presentan un alto nivel de exigencia o amenaza. El problema es cuando esta respuesta natural del organismo se activa en exceso y no es controlada.
Principales causas del estrés laboral:
- El aumento excesivo de la carga de trabajo.
- Las malas relaciones interpersonales en el trabajo.
- La falta de autonomía y capacidad de decisión en el puesto.
- La falta de oportunidades de desarrollo profesional.
- El desequilibrio entre nuestro nivel de esfuerzo y las compensaciones por nuestro trabajo.
- Escaso apoyo por parte de compañeros y superiores.
- Largas jornadas laborales.
Un reciente informe de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo identifica como factores de riesgo emergentes:
- El aumento de la inseguridad respecto al trabajo (p. ej. nuevas formas de contratación).
- Las implicancias derivadas del envejecimiento de la población activa.
- El aumento en la carga de trabajo.
- Las fuertes exigencias emocionales en el trabajo.
- La falta de posibilidades para mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
5 tips para combatir el estrés laboral:
- Programa tu día: planifica tus horarios de manera que no tengas que andar corriendo todos los días, esto te ayudará a disminuir tu ritmo habitual. Una buena medida es hacer un check list de las tareas a primera hora del día. Una reunión que te tome por sorpresa aumentará el estrés.
- Establece prioridades: si te atrasas con las cosas verdaderamente importantes, además de aumentar tu nivel de estrés, te meterán en líos. No te distraigas con tareas que puedes dejar para otro momento.
- Que el trabajo no absorba tu tiempo familiar: compartir con los seres queridos es una muy buena medicina ya que disminuye los niveles de estrés, las conversaciones y la comunicación con ellos te distraerán de las malas situaciones que has pasado.
- Realiza actividad física al menos 3 veces a la semana: Elige la actividad que más te guste y puedas realizar según tu rutina diaria. Puedes caminar, andar en bicicleta, nadar, bailar. El ejercicio físico alivia la tensión mental y física. Está comprobado que la actividad física disminuye los riesgos de depresión y pérdida de la función mental.
- Dormir lo suficiente: los expertos recomiendan dormir entre 6 a 8 horas diarias, esto permite rendir mejor en el día.
Margarita Chico, Country Manager de Trabajando.com México, señala que “por un lado la carga de trabajo, el ambiente laboral, la relación con la jefatura, entre otras, son causantes de aumentar el agotamiento mental, sin embargo, las personas deben aprender formas y hábitos que permitan mantener una buena salud mental.»
“Es importante que en los días de descanso no lo dediques al trabajo, sino que te olvides de él, te distraigas y disfrutes de las cosas que te hacen feliz. Recuerda que el trabajo es sólo un medio para solventar los gastos y tener la vida que deseas”.
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