LA PRESENCIA DE MOHOS Y HONGOS EN EL AMBIENTE, AUMENTAN LOS RIESGOS DE PADECER ALERGIAS
31 de octubre del 2011 | por Andrea Ramírez Riestra
Con la entrada del frío en otoño, se pueden desencadenar muchas alergias, entre ellas el asma, que afecta en mayor medida a los niños. Por ello hay que tomar las precauciones necesarias, sobre todo con aquellas personas que presentan estos cuadros. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20 por ciento de la población mundial se ve afectada por estas enfermedades.
Al contrario de que lo que se piensa, esta época del otoño puede ser complicado para las personas que son alérgicas, pues uno de los alergenos más problemáticos es la presencia de hongos, mohos o levaduras y sus esporas en el ambiente, señaló la Dra. Vivian Moncayo, Alergóloga Pediatra del Hospital Angeles Lomas.
Las lluvias y la humedad que en el verano sirven para limpiar el aire de partículas de polen, en otoño favorecen la aparición de esporas de mohos, las cuales incrementan su circulación tanto en el ambiente como en el interior de las viviendas, ya que estas se mantienen cerradas más tiempo para conservar el calor, además de que el aire que circula dentro de la casa no se renueva constantemente por el uso de la calefacción y aire acondicionado.
Para que los hongos y los mohos se reproduzcan necesitan estar en un ambiente húmedo y con poca cantidad de luz solar. Las condiciones que se presentan en esta época son ideales para la reproducción de las esporas de hongos tanto dentro como fuera de la casa. Durante la madrugada es cuando más se multiplican las esporas, por lo que los síntomas de alérgia pueden presentarse con mayor intensidad en la noche, añadió la especialista.
Por ello, las personas que son alérgicas a los mohos suelen despertarse con mayor frecuencia en la noche con la nariz congestionada. Cabe destacar que los alergenos producen una reacción inflamatoria con liberación de sustancias como la histamina, leucotrienos, y otras sustnacias que ocasionan congestión, estornudos, prurito y secreción nasal manifestandose como “nariz tapada”, puntualizó la Dra. Moncayo.
Quienes más sufren las consecuencias de esto son los niños, ya que la falta de sueño y el descanso que necesitan puede afectar su desempeño diario, mayor susceptibilidad a las infecciones y hacerlo más irritable.
También la respiración por la boca es perjudicial. El aire que llega a los pulmones de esta forma no está tibio y humedo (mecanismo que realiza la nariz) como cuando la respiración es a través de la nariz no inflamada y en niños alérgicos puede favorecer la presencia de infecciones de garganta, sinusitis, otitis y gripes, agregó la especialista.
Así que en otoño hay dos grandes causas de las reacciones alérgicas y asmáticas en los niños: el aumento de la presencia de mohos y hongos en el ambiente y la llegada del frío.
Pero ¿cómo tratar estos padecimientos? En la actualidad existen diversas alternativas dirigidas principalmente a evitar el contacto con el agente causal, así como tratamientos farmacológicos que ayudan a disminuir la inflamación y controlar los síntomas por largos periodos, para lograr controlar las enfermedades alérgicas, ya que se conoce que no se curan.
AstraZeneca cuenta con tratamientos seguros y eficaces, que ayudan a los pacientes a llevar una vida plena y activa, mejorando notablemente su calidad de vida, sin interferir en muchas de sus actividades escolares, deportivas, profesionales o de esparcimiento.
Pero sin lugar a duda lo mejor que se puede hacer es acudir al médico especialista, para recibir el tratamiento adecuado y sobre todo, evitar automedicarse.
Para mayor información pueden dirigirse a la página www.astrazeneca.com.mx, www.alergiapediatrica.com