LOS JÓVENES, UN TALENTO POR DESARROLLAR
14 de agosto del 2009 | por Ana Monge
Las empresas, en la actualidad, buscan incrementar y retener el talento que su plantilla representa para enfrentar los retos de la competitividad internacional. Los jóvenes recién egresados se convierten en una fuente interminable de ideas frescas, además brindan una nueva visión positiva al negocio y cuentan con la actitud necesaria para desarrollarse.
Una de las mejores maneras para involucrar a estos recién egresados dentro de la actividad de una organización, es bajo la forma de becarios; esto le permite al empleado comenzar a adentrarse en las actividades de la organización; y al empleador, le ayuda a conocer las fortalezas y oportunidades con las que cuenta y la mejor manera de desarrollarlas.
Es importante encontrar de manera acertada las habilidades de estos jóvenes y diseñar un plan de carrera que les permita crecer dentro de la organización. En ellos se pueden encontrar los futuros directivos de la empresa. Tanto los cursos de capacitación, los estudios, las actividades, los puestos que cubra, deben ir de acuerdo al plan a largo plazo que se haya establecido para el candidato.
Para formar una estrategia de becarios adecuada para una organización es necesario como primer punto: realizar una introspección de la organización y encontrar las áreas donde estas personas pueden ingresar, tomando en cuenta su futuro desarrollo en puestos clave; posteriormente se debe tener claro qué se les va a enseñar para que puedan ir creciendo, desarrollando su potencial y beneficiando a la compañía; por último es importante un compromiso de ambas partes, tanto el becario debe aceptar los lineamientos de la organización y la empresa debe cumplir con un desarrollo del talento.
Una forma eficaz de encontrar el talento es la realización de convenios con universidades, donde semestre a semestre o año tras año, las escuelas presenten a los mejores estudiantes, basados en el desempeño y calificaciones de los mismos. Con estas relaciones, se cuenta con una garantía de las partes involucradas, las empresas se comprometen a ampliar su plan de becarios y desarrollar el talento de los jóvenes y las instituciones educativas dan certeza de que sólo presentarán a los estudiantes con mayor calidad que se formarán dentro de la compañía.
Siempre se debe considerar que los estudiantes no cuentan con el dominio adecuado de las actividades que va a desempeñar, por su misma carencia de experiencia organizacional; sin embargo, un correcto plan de becarios, permite renovar las iniciativas en las diferentes áreas de la organización e ir fortaleciendo la estructura de la compañía. El becario no debe permanecer por más de un año sin contar con un puesto estable, ya que la frustración aumenta y la productividad pueden verse mermada por falta de incentivos de las empresas.
Es importante evaluar las capacidades con las que el becario cuenta para diseñar un plan de carrera acorde a su potencial; Randstad, la segunda empresa más grande del mundo en soluciones y servicios de Recursos Humanos es la única empresa en su giro que cuenta con herramientas para detectar el nivel de competencias con las que cuentan los candidatos; gracias al tipo de entrevista utilizado, la cual permite conocer el potencial que pueden tener los empleados. Las conversaciones para conocer las cualidades de las personas, se realizan de la misma manera para personas con experiencia, como para aquellos que no cuentan con práctica dentro de una empresa, ya que es un proceso donde se conocen las vivencias y experiencias de un candidato, evaluando el potencial que tiene para responder a retos y situaciones que se le presentan; no se enfoca en lo que sabe hacer, sino en lo que puede hace, así como en las actividades realizadas dentro de su universidad; los conocimientos y las vivencias del joven se enfocan a un ambiente educativo, empero, permite observar el desarrollo y las ambiciones del egresado. Se debe considerar el potencial, la ambición y el talento innato con el cual cuenta. Las calificaciones, actividades extraescolares, servicio social, cursos, trabajos realizados en las diferentes materias cursadas, se convierten en un parámetro para conocer al futuro nuevo empleado y desarrollarlo de mejor manera.
Contratar becarios, no debe ser visto como una estrategia de ahorro de recursos; sino como la parte medular para el presente y futuro competitivo de las empresas. Todo el talento que se retiene debe ser visto como una inversión a mediano y largo plazo que es necesario capitalizar para el crecimiento del negocio.