LA PÉRDIDA DE CONFIANZA EN LAS BOLSAS DE VALORES
21 de febrero del 2009 | por Jesús González Arellano*
Las Bolsas de Valores en el mundo pueden ser catalogadas como indicadores de economía. Países con economías grandes tienen Bolsas de Valores grandes, y viceversa. Ante este panorama podemos preguntarnos ¿por qué es tan importante una Bolsa de Valores para la economía de un país?
Las Bolsas de Valores simbolizan la confianza en el país, su política y tendencia de crecimiento; reflejan el dinamismo de una economía; otorgan a los empresarios una fuente viable y realista de financiamiento.
Se esperaría que los sistemas de control, vigilancia y seguimiento a algo tan importante para las economías y el orden social, fueran óptimos, actuales y enfocados. Sin embargo, la historia indica que no ha sido así.
Actualmente, tanto en México como el mundo, vemos Bolsas de Valores en crisis que han contagiado a economías de países completos, generando confusión y caos. Hoy no existen Bolsas grandes o pequeñas; existen Bolsas golpeadas y con bajo nivel de credibilidad.
La historia y la escalera de caracol: el ayer
En 2001 el mundo tuvo una crisis económica y de confianza con la caída de Enron y otras multinacionales. El problema de la quiebra de Enron no fue ésta en sí, sino lo sorpresivo del evento. Organizaciones, Bolsas de Valores, inversionistas, calificadoras y analistas, quedaron sorprendidos de ver que una empresa “exitosa”, se derrumbaba sin el menor aviso a sus terceros interesados (stakeholders).
Este evento hizo temblar a las bolsas y economías del mundo, por lo que Estados Unidos -de manera urgente- decidió emitir la Ley Sarbanes Oxley (2002). Dicha ley refuerza cinco conceptos fundamentales, además de que busca crear confianza:
• Nivel suficiente de control frente a riesgos
• Revelación suficiente/oportuna
• Transparencia
• Equidad para todos los inversionistas
• Seguridad suficiente sobre el cumplimiento de leyes y regulaciones
El objetivo final de los 5 puntos es fortalecer el Gobierno Corporativo, evitando sorpresas fulminantes.
Muchas leyes y cartas de Gobierno Corporativo siguieron a Sarbanes Oxley, incluida en México la Nueva Ley del Mercado de Valores. Para lograr el cumplimiento de ésta muchas empresas invirtieron millones, las organizaciones se transformaron y los mercados nuevamente encontraron bonanza. El problema había sido resuelto.
El hoy
Hasta agosto de 2008 había un excelente ambiente económico. El crecimiento y la generación de valor se reflejaban en las acciones. Hasta que en septiembre de 2008, bajo un efecto domino, grandes organizaciones con fuerte regulación, supervisadas constantemente por terceros independientes y con gran influencia en la economía, iniciaron un ejercicio de apertura sobre lo débil de sus estructuras. Se reconocieron grandes pérdidas, economías inexistentes, entre otros similares.
¿Qué sucedió en septiembre de 2008? Una gran sorpresa: empresas que no revelaron, analizaron o identificaron sus riesgos; altos directivos que no hicieron su trabajo; Consejos y Comités cuyas actividades en los últimos años pudieran ser cuestionadas.
¿Dónde duele más? Nuevamente, en la confianza. Empresas que no revelaron, que no analizaron/identificaron sus riesgos, que tuvieron sorpresas significativas, altos directivos que no hicieron su trabajo, Consejos y Comités sobre los que pudieran cuestionarse su actividad de los últimos años.
El día de hoy tenemos una crisis que es difícil de definir si tiene más peso en una mala y mermada economía o en un tema de confianza ante instituciones, reguladores, supervisores y leyes.
El mundo tiene una fuerte tarea por delante, sin embargo es mucho más que una reconstrucción económica. Es una reconstrucción de confianza total. Donde aquellos que saben de relaciones humanas, indican que la confianza es un activo preciado, difícil de obtener, mas difícil de mantener, y muy complicado de recuperar una vez que se ha ido.
México
Vivimos en un mundo globalizado, por lo que México está altamente expuesto a los movimientos económicos globales; esta crisis definitivamente nos afecta.
Como punto a favor, podemos decir que son pocas las empresas que están directamente ligadas a los escándalos financieros.
Sin embargo, queda en el aire la inquietud de si nuestros marcos de control, gobierno corporativo y transparencia fueron suficientes. Si nuestra transformación en cuanto a ambiente de Gobierno Corporativo dio resultado. Si los inversionistas se sienten satisfechos con los mecanismos de análisis y supervisión que los reguladores han diseñado para otorgarles confianza y reducir sorpresas en el valor de sus inversiones.
El tema no es menor. Nuestra Bolsa de Valores estaba en crecimiento. Grandes esfuerzos se han dado para incrementarla a niveles óptimos conforme nuestra economía y región, no obstante, el ambiente general que hoy se vive no le ayuda. Este impacto hace retroceder a los mercados.
Es momento de cuestionar el orden económico mundial, la adecuada gestión y comportamiento ético por parte de directivos, la suficiencia y el enfoque de lineamientos por parte de reguladores.
Recuperemos la confianza dejando de lado la sensación desmedida de ambición que se presentó. Es momento de reflexionar y buscar retomar el buen curso. Iniciemos por generar marcos de confianza. Suena sencillo, pero lograrlo será una tarea titánica donde muchos factores, grupos e instituciones están involucrados.
Acerca del Autor:
Jesús González es Socio de la Práctica de Servicios de Asesoría en Riesgos de KPMG en México. Ha asesorado a empresas de diversas industrias en mejora de procesos, reducción de tiempos y costos, implementación de sistemas de eficiencia y control, todos éstos con un enfoque tanto en la cadena de valor como en la generación de información financiera. Ha asistido a un gran número de compañías en reingeniería de procesos, Administración de Riesgos, Control Interno, Procesos de Autocontrol, Sarbanes Oxley, Gobierno Corporativo, Desarrollo Sustentable JSOX y diseño e implementación de sistemas BPM, entre otros.
Su correo electrónico es: asesoria@kpmg.com.mx