COCA-COLA APOYA PROYECTO DE LA UNAM PARA MEJORAR LA CALIDAD Y SUSTENTABILIDAD DEL AGUA

23 de septiembre del 2007 | por Martha Olavarrieta

· La investigación del Instituto de Ingeniería determinará los factores que inciden en la contaminación del agua y propondrá alternativas para evitar que el agua no tratada sea descargada a los mantos acuíferos.

Como una muestra de su constante compromiso hacia el cuidado del entorno y con la meta de lograr un aprovechamiento sustentable del agua, Coca-Cola, a través de su Fundación, realizó un donativo de 40 mil dólares al Instituto de Ingeniería de la UNAM, el cual se utilizará para estudiar métodos alternos que contribuyan en la mejora de las características biológicas de acuíferos contaminados en el país.

Este apoyo servirá para financiar parte de los estudios que un grupo de investigadores de este Instituto, encabezados por la doctora Blanca Jiménez, realiza con objeto de determinar la presencia de patógenos en el agua; comparar la eficiencia de desinfección del cloro y la luz ultravioleta; determinar los organismos que sirvan de indicadores para vigilar la eficiencia del proceso y proponer modificaciones a la normatividad mexicana en materia de agua potable.

“Una vez más Coca-Cola apoya investigaciones que contribuyan a lograr un mejor aprovechamiento del agua”, comentó Vivian Alegría, Directora de Fundación Coca-Cola. “El cuidado de los recursos naturales es un tema prioritario y un compromiso que la Compañía asume responsablemente para lograr el equilibrio sustentable de nuestro entorno” enfatizó.

A pesar de que los mantos acuíferos son la principal fuente de suministro de agua para consumo humano, en México, como en muchos otros países en vías de desarrollo, éstos se encuentran contaminados debido a las descargas de aguas residuales. De acuerdo con el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), el tratamiento de aguas residuales en América Latina es del 15%, mientras que en África y Asia es del 3 y 30% respectivamente.

El Instituto de Ingeniería de la UNAM detalla que el agua no tratada entra al subsuelo por diversas circunstancias: cuando es transportada en redes de drenaje con fugas o por medio de canales sin revestir, cuando es almacenada en presas o lagunas, cuando se emplea para el riego de campos agrícolas, o, simplemente cuando, es descargada a suelos como método de disposición final, lo cual trae diversas implicaciones, principalmente ambientales.

Según este mismo Instituto, diversos estudios han demostrado, que en países con bajos niveles de depuración de aguas residuales, existen patógenos en el agua que son resistentes al cloro y que además no se comportan como los indicadores tradicionales de contaminación fecal (coliformes fecales).

“Este tipo de acciones contribuyen a cumplir el objetivo de reemplazar cada gota de agua que utilizamos en el proceso de elaboración de nuestras bebidas, lo cual implica reducir la cantidad de agua requerida para su producción, reciclar el agua empleada en los procesos de manufactura que permitan devolverla con garantía al medio ambiente y reabastecer de agua a comunidades y a la naturaleza mediante diversos proyectos”, agregó Alegría.




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