SER EMPREDEDORA, UN RETO PARA LA IGUALDAD DE LA MUJER
25 de agosto del 2007 | por Teresa Deira Lorenzo
Las motivaciones que llevan a una mujer a iniciar una actividad por cuenta propia suelen tener características propias que las hacen diferentes a las de un hombre. Generalmente buscan mejorar sus horizontes profesionales y encontrar el equilibrio entre su vida laboral ,profesional y familiar.
En Europa el 30% del empresariado son mujeres. Cifra que aumenta y se va consolidando con los años. Uno de los factores que influyen en éste crecimiento se encuentra en las escasas oportunidades de desarrollo profesional que ofrecen las empresas. Esa falta de igualdad de oportunidades y la consiguiente frustración que supone para muchas mujeres trabajar en organizaciones poco receptivas a esas potencialidades suponen, a veces, un obstáculo que termina empujando a la mujer a hacerse emprendedora.
Poco a poco está aprendiendo a confiar en sus capacidades, a valorarse, a manejar su capacidad de escucha, a utilizar las redes de contactos y desarrollar su formación en la puesta en marcha de proyectos empresariales. Todavía, es cierto, a pequeña escala, microempresas, pero lo importante es ir sembrado, y la mujer ya ha empezado a hacerlo.
MOTIVOS PARA HACERSE EMPRENDEDORA.
A) Por necesidad o fuerza mayor.
En ocasiones no se busca hacerse emprendedora; son las condiciones externas (ya sean familiares o laborales) muchas veces negativas y extremas las que llevan a esta decisión.
B) Porque ha llegado el momento.
El futuro siempre llega. Es ese punto donde se distingue a una persona emprendedora de aquellas otras que optan por no avanzar hacia el futuro y dejan que ésta oportunidad pase de largo.
Las oportunidades cuando se presentan hay que saber aprovecharlas y sacar partido de ellas. Se llama “estar en el momento justo en el lugar adecuado”.
C) Por una decisión pensada y planificada.
Ya sea una cuestión de fe absoluta en un sueño que se da forma en un proyecto empresarial. O bien para no continuar dependiendo de una empresa donde no se valora la capacidad profesional. Asumiendo la responsabilidad de diseñar un futuro profesional propio sin las barreras que supone la falta de igualdad.
Se inicia, en ese momento, una aventura difícil. Es más duro y complejo abrir nuevos caminos que transitar por la senda que otros ya han abierto. Especialmente en áreas nuevas de oportunidades de negocio donde las reglas no están escritas porque el mercado aún es virgen y sin explotar. Esto complica aún mas la toma de decisiones.
PAUTAS QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA.
1ª. Visión y misión: es necesaria la coherencia entre el sueño proyectado y lo que finalmente se va a desarrollar.
2ª. Planificación estratégica: ser capaz de analizar, desarrollar y comunicar una idea.
3ª. Ambición: marcarse unos objetivos económicos realistas que no terminen suponiendo una carga para la familia y amigos implicados en el proyecto.
4ª. Prudencia: no confundir la utopía con la realidad. Saber distinguir entre valentía y temeridad.
5ª. Fortaleza: altas dosis de confianza personal, para saber que el proyecto que se emprende va a llegar a buen puerto.
6ª.- Serenidad: para no abandonar cuando surjan las primeras dificultades y asumir los problemas como una parte del proyecto; no como un obstáculo para lograr los objetivos.
7ª. Conocer el producto y el mercado para marcar diferencias con la competencia. Ser consciente que los ciclos de vida son más cortos en productos y servicios.
8ª. Calidad total:, los clientes buscan atención personalizada y respuesta inmediata. Adelantarse a las necesidades del cliente, intuyéndolas, para dar respuesta a una demanda que aún no tiene forma.
9ª. Formación: no sólo académica. Cuando nos preguntamos por qué unas personas tiene mas éxito que otras la diferencia suele estar en ciertas habilidades que son mejor desarrolladas por unas personas que por otras.
10ª. Habilidades Humanas: rodearse de un equipo que comparta la ilusión por el proyecto. Sembrando la esperanza y motivación suficiente para llegar a la meta.
REFLEXIÓN FINAL
La mujer tiene un papel fundamental en la promoción de un nuevo marco empresarial adecuado que facilite el correcto desarrollo económico de la sociedad pos-capitalista.
Es sus manos está liderar e impulsar el cambio económico y social. Desarrollando modelos de negocio con una nueva visión más humanista, no por eso menos rentable, y unos valores éticos que pongan al ser humano en el centro de la actividad empresarial. Recuperando a la persona como pieza clave para un progreso sostenible y equilibrado de la Sociedad.
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