LIBERÉMONOS DEL ESTRÉS DE NUESTROS TIEMPOS

5 de julio del 2011 | por Andrea Ramírez Riestra

Vivimos en una época en la que hemos tenido que aprender a convivir con el estrés como una constante en nuestro día a día. Es imperativo conocer las causas y síntomas de este mal para poder ganarle la batalla. El gran problema es que es un mal silencioso. Vivir con estrés en nuestras vidas se vuelve algo tan común que lo que generalmente sucede es que ya no lo notamos o nos acostumbramos a vivir con las consecuencias que tiene en nuestras vidas y nuestra salud. Pero las cosas no tienen que ser así.

Hay dos niveles en los que el estrés impacta directamente a nuestro cuerpo. El primero de ellos es emocional o sicológico; el segundo, el físico. Para poder actuar y mejorar cualquiera de estos dos aspectos lo primero que debemos hacer es identificar el problema. Hay veces en que lo que nos causa mayor estrés es algo que podemos resolver de manera sencilla. Si el caso no es el anterior o si aún eliminando esa fuente grande de estrés notamos que seguimos siendo afectados por él, debemos tomar cartas en el asunto y resolver los síntomas que se nos presentan.

Podemos hacerlo de varias maneras, las más efectivas son las que tienen que ver con nuestros hábitos. La inflamación, la pesadez y el cansancio, que son los síntomas relacionados con la mala digestión provocada por el estrés, puede ser resuelto con un ligero cambio en nuestra alimentación. La mejor manera de liberarnos de él es consumiendo diariamente productos con fibra, pero es importante saber que no todas las fibras son iguales. La fibra natural de salvado de trigo como la que contiene All Bran® es la mejor fibra, dentro de los cereales, para promover la regularidad digestiva y deshacernos de todos estos síntomas. Incluir los productos All Bran®, que vayan de acuerdo con nuestro estilo de vida, nos ayudará a liberarnos de estos síntomas relacionados con el estrés.

Además de incorporar la fibra en nuestra vida diaria, podemos contrarrestar los demás síntomas del estrés adoptando hábitos saludables que además de relajarnos, también ayudarán a mejorar nuestra digestión.

1. Busca la postura correcta. Sentarse y caminar con la espalda derecha y el abdomen ligeramente contraído, es un buen hábito de postura, ya que ayuda a prevenir dolores y a eliminar el vientre abultado por la mala digestión.
2. Una buena respiración: Respirar correctamente estimula los órganos abdominales y ayuda a mejorar la digestión ya que los órganos digestivos, como el estómago, reciben mayor cantidad de oxígeno y por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz.
3. Mantente activa. Dentro de las actividades físicas más efectivas para mejorar la digestión están el Pilates y el Yoga, ya que trabajan todo el tiempo con el abdomen hacia adentro, lo que produce un constante «masaje» al intestino. Esto lo activa y coopera en su limpieza.
4. Evita hacer corajes. El estrés, la emoción, los nervios y la ansiedad se sienten directamente en el estómago y esto favorece una mala digestión. Evita comer inmediatamente después de hacer coraje y tampoco te enojes mientras comes. Los alimentos deben ser tomados con tranquilidad y buen humor.

Al incorporar estos hábitos saludables y sumándole el consumo de la fibra natural de salvado de trigo contenida en los productos All-Bran® te ayudará a liberarte de los síntomas del estrés y podrás sentirte ligera y con energía.

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