HOME OFFICE: ¿CÓMO VESTIR PARA TRABAJAR EN CASA?

14 de mayo del 2015 | por Laura Serralde

La tecnología ha hecho posible que cada vez más profesionistas, emprendedores, freelance o incluso empleados de grandes corporaciones trabajen desde casa bajo el esquema que en buen inglés llamamos «Home Office».

La modalidad flexible ha sido bienvenida por empresas y colaboradores, pues se presenta como la oportunidad de encontrar el justo balance entre trabajo y vida personal, evitando tiempos y gastos de traslados (gasolina, peajes, estacionamientos, transporte público etc.), eliminando actividades que no agregan valor (juntas, llamadas) y permitiendo que el colaborador se concentre en su responsabilidad central y atienda a la vez requerimientos personales y familiares.

También podríamos mencionar algunas desventajas del trabajo virtual como el aislamiento del ambiente y desarrollo de la compañía, la falta de disciplina para comenzar y/o terminar la jornada y las distracciones que la dinámica de cualquier hogar puede presentar.

Cuando la flexibilidad de nuestro trabajo y la tecnología nos permiten trabajar desde casa, podemos incurrir en la tentación de saltar de la cama y desarrollar nuestra labor del día arropados en nuestras cómodas pijamas. También podríamos trabajar vistiendo la ropa deportiva con la que hicimos jogging o jugamos tenis. ¿Es correcto? ¿Existe un código de vestimenta para el home office?

¿El hábito no hace al monje?

Los códigos de vestimenta  laboral son convenciones que se adoptan tomando en cuenta la naturaleza de trabajo que se realiza y  la imagen que se desea transmitir. Como vestimos en el trabajo proyecta  no sólo un estilo, sino el conjunto de valores que fundamentan una organización: creativos, meticulosos, confiables, austeros, lujosos, relajados, laboriosos, etc. Le dice a nuestros clientes, competidores y socios cómo somos y qué pueden esperar de nuestro desempeño.

Y si estoy trabajando en casa sin jefes, colegas o clientes ¿por qué debería vestir de X oforma? Porque la forma en la que vestimos también nos transmite un mensaje a nosotros mismos y nos ayuda a instalar el «modo trabajo» aún cuando respondamos correos desde la cocina. El portal Style works of Union Square Inc. asegura que «la rutina de vestirse y arreglarse debe mantenerse, aún cuando se trabaje en casa para distinguir mental y visualmente entre un día de trabajo y un día de actividad personal o familiar».

¿Cómo encontrar el punto justo?

Algunos expertos en imagen corporativa aconsejan encontrar un estilo cómodo, pero no tan informal como una pijama. Alejados del ambiente social que ofrece una oficina, podemos perdernos y ceder a la tentación de los shorts o la ropa deportiva. Debemos estar vestidos y arreglados antes de quedar atrapados entre correos, presentaciones y llamadas.

Tal vez parezca ocioso dedicar tiempo valioso al arreglo personal cuando se está solo/sola en casa y nos cueste trabajo decidir qué tan formal o casual debemos vestir. Algunos posibles escenarios pueden darnos unas pistas:

  • Imagina que un colega o un cliente te invitan a comer o te citan de imprevisto y no tienes más tiempo que salir corriendo al lugar de reunión.
  • Tu jefe, que puede estar en otra ciudad o país, te pide te conectes en los próximos 10 minutos para una videoconferencia. Tienes tiempo solamente para preparar el material de la llamada.

Sucedan o no, estas y otras hipotéticas situaciones nos indican cuál debería ser nuestra actitud y arreglo durante nuestras horas de home office. Y aunque no hay reglas, aquí algunos consejos prácticos:

  • Inicia el día como si fueras a ir a la oficina: baño, arreglo personal, incluso maquillaje ligero si se trata de una mujer.
  • Toma un tiempo para desayunar, tomar un café, revisar las noticias y tu agenda del día.
  • Decide tu vestuario. No tomes lo primero que aparezca en tu closet.
  • Evita la ropa deportiva, rota, desteñida o sin botones.
  • Prefiere los zapatos (aunque no tengan tacón alto) a los tenis, chanclas o pantuflas.
  • Si optas por usar jeans, prefiere unos sin roturas, y combínalos con una blusa o camisa más formal, incluso un saco.
  • Si eliges usar playera, prefiere las tipo polo con cuello.
  • Los pantalones de algodón o gabardina  en colores neutros son infalibles.

Adoptar cierto protocolo aún cuando trabajamos en casa, habla bien de nuestra actitud, pero sobre todo, nos ayuda a nosotros mismos a tener esa actitud.

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  1. Humberto luna Gale

    Me parece un buen artículo